La antología de historias nostálgicas, tristes pero asombrosas, suma un nuevo capítulo. Esta vez es tiempo de llorar con Barry Greaves, un fiel fanático del Norwich City que murió en diciembre pasado pero que tuvo un último gran gesto y es que dejó en su testamento 100 libras para que los jugadores disfrutaran una ronda de bebidas y brindaran en su nombre; el club lo cumplió.
Barry Greaves es uno de esos fanáticos ‘de la vieja escuela’ con su amor bien definido por su equipo. Iba cada fin de semana a ver al Norwich City cuando le era posible (de local nunca se perdía un juego), le inculcó esa misma admiración por su equipo a su familia y era alguien muy conocido por su gran fanatismo.
Según informa la ‘BBC’, lamentablemente Barry Greaves murió el pasado 28 de diciembre creando una gran conmoción dentro del núcleo del Norwich City ya que él era muy conocido pero su familia decidió rendirle un pequeño homenaje en su nombre.
El miércoles 1 de enero toda su familia fue a ver al Norwich ante el Crystal Palace, en el empate a 1 gol, pues sabían que es algo que Barry hubiera querido y es que en serio él hacía todo por ir a ver al club de sus amores.
En los últimos meses del 2019, Barry Greaves tuvo que faltar a un par de encuentros del Norwich ya que estaba en diálisis por insuficiencia renal y se había enfermado demasiado pero con tal de no perderse otro partido reprogramó sus sesiones a cualquier otro día menos en fin de semana, ya que según comenta su familia “iba muy enojado al saber que en ese momento jugaba el Norwich”.
Ahora, el gesto del que el mundo entero habla, literal, es que Barry Greaves al morir dejó un pequeño párrafo dedicado a su equipo, el Norwich City y es que como ya dijimos, les dejó 100 libras para que juntos brindaran en su nombre y en forma de agradecimiento de todo el ‘entretenimiento’ que le dieron por años.
Cheers, Barrie! 💛 pic.twitter.com/XXpJYe3QRR
— Norwich City FC (@NorwichCityFC) January 10, 2020
“Dijo específicamente que las £100 era para agradecerles por el entretenimiento, los buenos y los malos momentos. Y creo que este año pasado ha sido muy bueno, ya sabes, la alegría del ascenso y ahora, el tipo de pelea por la Premier League y la supervivencia“, dijo una de sus hijas, Sarah.
Es así como Barry Greaves ya pasó a mejor vida pero ha dejado un legado enorme, pues su familia es fiel seguidora del Norwich City y lo seguirá siendo, el equipo pudo beber una ronda de bebidas en su nombre, un gran número de fanáticos lo recuerdan con cariño y el club siempre lo tendrá presente en cada encuentro.
