Falta poco más de un mes para la inauguración de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, pero algunos comités ya están rodeados de polémica. Este es el caso de Estados Unidos, que de acuerdo con la nadadora Becca Meyers, le negó el apoyo que necesita para desarrollar sus actividades.
Originaria de Baltimore, padece síndrome de Usher y retinitis pigmentaria, por lo que es ciega y sorda. Sin embargo, encontró su pasión en la piscina y compite en natación desde que era niña.
Debido a que no puede ver ni escuchar, Becca Meyers necesita asistencia para moverse con normalidad ya sea antes o después de competir. Cualquier atleta o persona que sea ciega o sorda necesita de un Personal Care Assistant (PCA) p asistente personal, quien se encarga de apoyarla en todo momento.
Desde 2017, la múltiple medallista paralímpica depositó esa confianza y labor en su madre. El Comité Olímpico y Paralímpico Estadounidense (USOPC) siempre les facilitó los traslados e incluso el alojamiento para que Meyers pudiera competir pero la historia cambió rumbo a Tokio 2020.
De acuerdo con la misma nadadora, el USOPC negó la integración de su PCA por las medidas sanitarias que exige el COVID-19. No obstante, su argumento es que la presencia de su asistente es esencial si quiere desenvolverse.
“El USOPC me ha denegado el alojamiento para mi PCA, en quien confío, repitiéndome que ya hay un Asistente en el equipo para ayudar a 33 miembros de la delegación, 9 de ellos ciegos. Con el coronavirus, hay nuevas medidas que restringen la asistencia de personal no esencial, y estoy de acuerdo con eso, pero mi Asistente personal es esencial para mí para competir“, publicó en sus redes sociales.
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Becca Meyers en los Juegos Paralímpicos
La nadadora estadounidense está por cumplir 27 años y cuenta con un palmarés envidiable. En Londres 2012 consiguió una medalla de plata y otra de bronce, por lo que dejó estándares muy altos de cara a Río 2016.
Una vez que compitió en Brasil, Becca Meyers aumentó su número de preseas con 3 de oro y una de plata. Desafortunadamente, en aquella justa vivió un episodio complicado: al no poder encontrar el comedor para cenar, regresó frustrada a su habitación y minutos después la encontraron llorando.
Al igual que otras personas ciegas o sordas, Meyers cuenta con un perro de servicio, Birdie, que la ayuda a cumplir con ciertas actividades. Pero su madre y PCA es otra parte fundamental de su día a día, por lo que no se trataría de unas vacaciones o un viaje de diversión.
