Antes que todo, pido mil disculpas por mandar esta humilde columna hoy, pues es que uno labora tanto que no había tenido posibilidad de escribir y por eso los compensaré con una pequeña leyenda que pasó en un ranchito llamado Trinidad, donde existía una competencia de baile y lujuria.

El evento que les cuento tenía un concurso de ponerle la cola al burro bailando; un evento famoso en el bar “El Mundo del Rey”, donde nomás las muchachas podían concursar. Por ahí se veía una mona de San Francisco con mucho dinero que le decían “la Panda” porque se coloreteaba mucho los ojos y según esto era una pirinola pal Kung Fu.

También había una güerca de San Luis que le decían “la Pájara” porque era bien atascada y le daba recio a su novio “el Perico”; otra de las concursantes era Alberta, una muchachita de Anaheim, California. A esta le decían “la mazapana” porque se le veía el bigote y decían que se habia mochado el riel, o sea la pipi, y así poder entrar al concurso y después de ellas llegó la más humildita de todas; una muchachita sin zapatos y de ojos borraditos; ella estaba muy tranquilita ahí sentada en la madera de un corral, a esta güerca nadie le apostaba. La gente del pueblo decía que esa niña era descendiente de un Real Rey de Kansas City. Ella se llamaba Lorenza.

Todo estaba listo y adornado en el salón. Tenían carne asada y cerveza pa’ todos con un conjunto tocando la música regional pa’ ese pinche evento mamón. En el salón, si te veían vestido muy a la moda no te dejaban entrar; los machos no podían llegar con esas bolsas de mano llamadas mariconeras que según esto se ven con madre pa’ ellos… ¡no la chinguen, esas bolsas son de viejas ! y las muchachas tenían que llegar con falda arriba de la rodilla. Los baños eran pa’ todos y no existían colas para mirar; los hombres podían hacer pipí en los árboles esquineros y te acompañaba una mesera pa’ cuidarte y si la domabas y la lograbas pues salía el chisguete pa todos lados ¡ah, esos escalofíos tan sabrosos!

ponerle la cola al burro

Y empezó el baile. El dueño del salón se llamaba Víctor Caballero. Un viejillo que manejaba un tractor sin piedad, con motor de lancha pesquera de la presa de la boca. Ese tractor, dicen que se lo dio un fotógrafo multimillonario llamado Berny Flores. Pinches cosas y mamadas que pasan en esos lares, bueno pues, Don Víctor tenía un amante hombre llamado José “El Cuetito” Salinas, un viejo muy celoso y entre ellos dos levantaron su bar gracias al concurso “Ponle la cola al burro bailando”.

Don Caballero y “El Cuetito” Salinas, como de costumbre, se dieron un beso en la boca y gritaron “¡Pásele pariente!” y empezó la primera competencia entre “La Panda” y “La Pájara”. La de San Francisco puso la canción de “El mechón” de la Banda MS. Se tomó tres tragos de anís y empezó a bailar muy sensualmente. Se levantó la falda, dio un brinco y le atinó al burro en la mera cola. Los jueces le dieron calificación de diez; la gente gritaba y aventaba la cerveza pa’ todos lados.

Después, el turno de “la Pájara”, ésta le dio un beso a su novio “El Perico”, puso la canción de “La Lambada” y empezó con su baile. Todo el gremio estaba deslumbrado por tremenda facilidad pa’ bailar. “La Pájara” pegó un brinco y le puso la cola centímetros fuera del burro y así, quedó eliminada.

La segunda competencia entre Alberta y Lorenza fue toda una anécdota que nunca olvidarán en el pueblo. De hecho, dicen que cuando pasan por los caminos del bar, toda la gente recuerda ese suceso, pues resulta que la competencia de Alberta contra Lorenza terminó tan rápido que la gente se quedó sin palabras. Cuando Lorenza, la de los ojitos borrados, salió a bailar pa’ ponerle la cola al burro con tanta agilidad, elegancia y dulzura con la canción de “El carro Rojo” de Los Tigres del Norte, Alberta “La Mazapana” quedó encantada. Ésta se calentó tanto y se le paró la “pipi”, o sea, nunca se lo cortó como decían los fieles asistentes, pues se le paró tanto que se le levantó la falda y la expulsaron de esa competencia. La pobre “Mazapana” traía una pena tan clavada en el pecho que ya nunca se le ha visto por esos rumbos.

Las dos finalistas que quedaron fueron “La Panda” y Lorenza y la verdad ya no terminé esta historia porque para mí todo indicaba que ganaba Lorenza (representando a los Royals, por si no le han entendido, cada personaje representa a un equipo de los que llegaron a Playoffs).

serie mundial 2014

Y otra vez lo vuelvo a ver y otra vez lo vuelvo a sentir. El beisbol, como siempre, es el Rey y pasan cosas que uno nunca piensa. Chingado… la mera neta y al chile, yo siempre pensé que la serie mundial se iba a siete juegos; que ganaban los Royals y le iban a robar un vergatanal de bases al catcher de San Francisco, Buster Posey, y no, nomás le atine a los siete juegos. En este deporte, en cualquier momento puede cambiar todo, moneda al aire, patitos en el río, corretiando algún gallo pa’ meterlo al corral y total, nunca se sabe quién ganará. Nunca.

El MVP, Madison Bumgarner rompiendo récords con más innings pichados en la historia de la Serie Mundial y las tres veces que salió les calló la boca al equipo de Kansas City. Nomás no podían con este cabrón y el bato picha tan suave y tan controlado… sí, merece el MVP y sí, también San Francisco merece ser campeón. Así como si hubiera ganado Royals creo que cualquier equipo se lo merece.

madison bumgarner mvp

Esta serie mundial quedará marcada en los libros del beisbol por todas las cosas que brillaron y no creo que tanto por números. La gente y analistas pensamos que Kansas City robaría muchas bases y no fue así; también pensamos que el pitcher de los Royals, Shields, iba a ser pieza clave y ni madres, y como dice mi tía Chona “Cochita” con el picher de 40 años de San Francisco Hudson que no aguantó ni madres cuando salió a tirar.

Los playoffs estuvieron muy picosos y creo que hasta más que los del año pasado. Vimos un equipo que hace años no participaba en el gran evento: los Royals desde el 85 que no llegaban. Yo siempre creí que lo ganarían ¿por qué? simplemente me ganaron el corazón. Un equipo con nomina tan baja, llenó su estadio y levantó la ciudad de Kansas City. Créanme, el 2015 va cambiar mucho para ellos y van a llegar mas armados y confiados que nunca.

Un consejo que les doy como fiel y apasionado seguidor del beisbol: nunca se dejen llevar por el corazón, aquí los números y la experiencia en Serie Mundial cuentan más. Mejor no jueguen los dados ni hagan hoyos donde hay topos, después tendrán que taparlos.

Y pa’ la gente que no me conoce soy Pliego Villarreal, viajo y toco con mi conjunto Kinky.

@PliegoVilla

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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