La Superliga Europea no estaba muerta, andaba de parranda, o mejor dicho reformándose después del aquel intento fallido por revolucionar al futbol en abril de 2021, con un proyecto cerrado de 12 clubes, de los cuales nueve terminaron renunciando pocas horas después.
En España, los clubes mueven sus piezas para protegerse e impulsar reformas a la Ley del Deporte que impidan proyectos deportivos como la Superliga, en el entendido que ésta puede beneficiar en gran medida al Barcelona y Real Madrid, pero perjudicar al resto de los equipos y a la estructura de las ligas, como Primera y Segunda División, pero las principales fuerzas políticas ya apoyan el proyecto de la Superliga.
La Superliga podría arrancar en la temporada 2024-25
Mientras esto pasa en España, la Superliga Europea nombró a Bernd Reichard como su nuevo CEO, de modo que será difícil escuchar los desatinados mensajes de Florentino Pérez, los cuales despertaron molestia entre aficionados de diversos equipos fundadores y fueron ellos quienes presionaron para obligar la salida de sus clubes, principalmente en Inglaterra.
Reichard dio sus primeras entrevistas en las cuales mantuvo parte del discurso de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, en el sentido de que el objetivo de la Superliga Europea es salvar al futbol, y manifestó que la temporada 2024-25 podría marcar el arranque del nuevo proyecto. “Es razonable, soy optimista”, manifestó.
De paso le lanzó una pedrada a la actual estructura de la Champions League de la UEFA, al asegurar que el modelo de competencia sólo es bueno a partir de los Octavos de Final. “Hay grandes partidos y buen fútbol… a partir de octavos de final”, manifestó.
Sería una competencia abierta a otros clubes
Cuando Florentino Pérez presentó el proyecto de la Superliga, lo dio a conocer como un torneo cerrado, sólo entre los 12 equipos más poderosos del mundo, salvo el caso del PSG, sin embargo Reichard aseguró que se trabaja en un nuevo formato, de modo que permita el acceso de otros equipos:
“Es una pizarra en blanco. El formato nunca será un obstáculo. Hay una reevaluación del proyecto y un movimiento claramente declarado hacia un formato abierto y que la membresía permanente esté fuera de la mesa”, comentó.
Asimismo, manifestó que está abierto a un diálogo con el presidente de la UEFA, aunque a la vez que declaró que no se busca una asociación con el organismo. “No queremos trabajar con nadie, queremos trabajar por el futbol”.
Por lo pronto, la Superliga Europea se juega en los tribunales, en los cuales se discute sobre la legalidad del torneo, así como un monopolio por parte de la UEFA, y a esta historia aún le faltan muchos capítulos, aunque apunta cada vez más hacia la cancha.