La lesión del mariscal de campo, Teddy Bridgewater, dejó a los Minnesota Vikings muy golpeados. Las aspiraciones de playoffs dependían en gran parte del QB y la promesa de una temporada en la que iba a explotar.
Sin embargo, esa rodilla que se dislocó lo dejó fuera toda la temporada, matando las esperanzas de los seguidores y equipo. Ya con unos días pasados, Teddy se tomó el tiempo para dar unas palabras que son realmente inspiradoras.
Después de sufrir esta lesión justo antes de iniciar la temporada se podría pensar que estaba desanimado. Si pasó eso por tu mente, estás equivocado, Bridgewater mandó sus mejores deseos y aprovechó para tomar el ejemplo de su madre.
“Quiero agradecer a la familia Wilf y a toda la organización de los Vikings, mis compañeros, amigos, Eric Sugarman, al increíble staff médico y a los fans que han mandado sus mensajes de apoyo. Sus pensamientos y rezos significan mucho para mí y me han ayudado en este momento tan difícil. En el equipo hay grandes jugadores, grandes líderes que van a pelear hasta el final para llegar a la meta que nos pusimos este 2016. Estaré ahí mentalmente, físicamente y de espíritu apoyando para lograr esas metas.
Con el fin de tener un testimonio, deben tener una prueba. Vengo con una ADN increíble, vi a mi madre luchar y vencer al cáncer de mama. Nosotros, como equipo, atacaremos mi rehabilitación con el mismo vigor y energía. Mi fe es fuerte, mi fe es inquebrantable y mi visión es clara. No me negarán mi propósito”.
Por supuesto, ahora la batuta de esta ofensiva pasará al corredor Adrian Peterson. El veterano tendrá, una vez más, que ser la piedra angular de su equipo.
Mientras, Shaun Hill tomará la posición de Teddy. Con 36 años de edad tiene la experiencia, pero no el talento de un QB titular.
Las cosas se ven difíciles en Minnesota, pero Bridgewater tiene fe en su equipo.
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