Un momento vergonzoso y lleno de tensión tuvo lugar en una cancha de Canarias donde estaban jugando niños de entre 8 y 9 años. Un hombre molesto por el trabajo arbitral, ingresó al campo en un intento por golpear al silbante, amenazándolo, retándolo y sin importar la presencia de los menores.
De acuerdo al diario ‘Marca’, todo ocurrió este fin de semana cuando se medían el CD San Pedro Mártir y CD Calero, en la categoría Benjamín Preferente Grupo II (para niños de 8-9 años).
El partido se desarrolló con normalidad, los niños jugaron como cada fin de semana pero durante el juego hubo un personaje que ‘manchó’ toda la escena y es que aunque no se sabe su identidad, este hombre que se ve en el video arremetió contra el árbitro durante todo el duelo.
Al finalizar el partido y molesto por su trabajo, este hombre bajó de las gradas y se quitó la playera, señal de que quería pelear con el árbitro. Una mujer, que se presume es su esposa, trató de detenerlo y en un inicio parecía que lo lograba, hasta que se brincó una barda y fue corriendo hacia el árbitro.
➡️¡VERGONZOSO!😡
En Gran Canaria, un aficionado intenta agredir al árbitro en un partido que enfrentaba al CD San Pedro Martir y al CD Calero de categoría Benjamín. Sí, leen bien: BENJAMÍN. Es decir, en un partido de niños de 8 y 9 años.
⛔️¡BASTA YA DE VIOLENCIA!⛔️#Respect pic.twitter.com/FacofEYFDn
— Árbitro Fútbol Lp (@lparbitrofutbol) February 2, 2020
“Eres un hijo de la gran puta, subnormal de mierda, te voy a matar, ven aquí jodido cagón que te mato“, fue parte de lo que le gritó al árbitro.
Afortunadamente autoridades de la cancha detuvieron a este hombre antes de que agrediera físicamente al árbitro y es que aunque le gritaban que había niños presentes, él no hizo nada por detenerse.
El árbitro relató su versión de los hechos de cómo vivió este casi ataque de uno de los padres de los niños que estaban jugando.
“Me percaté que uno de los aficionados del club visitante salta la valla perimetral que separa el terreno de juego de la zona de espectadores, y viene corriendo hacia mí con el puño en alto y situándose a escasos centímetros de mi persona, siendo separado por el delegado de equipo de su respectivo club. Fue una agresión directa“, mencionó el colegiado.
Lo más triste de esta escena fue la presencia de los niños de ambos equipos viendo a este hombre violento, pues lo que parecía ser una mañana tranquila de futbol, se convirtió en una situación tensa y preocupante.
