Después de la salida de los discos Bury Me at Makeout Creek y Puberty 2 en 2014 y 2016, respectivamente, lo único que podía llegar de Mitski Miyawaki era un nuevo álbum que reuniera la riqueza de sus anteriores y la pusiera, al fin, como una de las artistas más completas de la escena musical, esa que no tiene géneros ni espacios establecidos ni comunes.

Mitski es un músico que alguna vez en su vida, formó parte de una gran orquesta. Así que realmente sabe lo que hace cuando compone nueva música con una mezcla enorme de instrumentos en los que, primero, la guitarra tomó el protagonismo para dar paso al piano y ahora, con su último disco de estudio titulado Be The Cowboy, finalmente dar paso a su voz y el concepto del disco más que el instrumento en sí mismo… y esto es lo que ha hecho de este material, salido este viernes 17 de agosto, haya recibido tantas buenas críticas. Otra de las razones por las cuales recibimos este disco con tanto gusto, además de la calidad musical y experiencia reflexiva que ofrece, es porque una artista como Mitski siempre hace falta para darnos una explicación a preguntas que muchos no saben si quiera que tienen esa duda. 

Be The Cowboy, como alguna vez lo dijo en una entrevista muy personal con The FADER antes del lanzamiento del disco, es también una especie de experiencia fílmica “basada” en la película Beast de 2017 del director Michael Pearce en la que una mujer se enamora de un hombre que podría estar involucrado en una horribles y violentos crímenes que se han dado en el lugar en el que se ambienta la cinta. La mujer de Mitski para el disco es “controladora, fría y reprimida” que comienza un proceso de liberación porque “las mujeres tienen muy poco poder y el hecho de mostrar sus emociones es visto como un debilidad. Esa mujer es alguien que está dentro de ella misma, un personaje se aferra al poco o mucho control que pueda obtener, dijo en un comunicado.

Y de esas emociones que muestran para el mundo “la parte más débil de las mujeres”, es que se trata Be The Cowboy. Desde siempre, las canciones de Mitski se caracterizan por  ser ligeras, no pueden asustar a nadie ni causar sensaciones negativas, pero si ahondan a quien las escucha es una espasmo de mucha teatralidad llevado, esta vez, por erupciones en un solo instrumento que representan sentimientos básicos como el dolor, la pérdida de algo importante, ansiedad, el control sobre lo que no puede ser dirigido y la poca naturalidad de esta obsesión.

Mitski liberó su nuevo disco ‘Be The Cowboy’, una erupción musical bien diseñada

Junto a esta parte emocional, íntima y muy pasional de la Mitski ficticia del disco, está su capacidad de dominar la música, la estructura de cada una de las 14 canciones que conforman el disco, su poderosa voz que sólo explota cuando debe hacerlo hacia abajo y hacia arriba. Tracks salidos antes del lanzamiento como “Two Slow Dancers” marcan esa pasividad ya conocida, pero otras canciones como “Remember My Name”, “Nobody” o “Me and My Husband”, son esas explosiones de energía que vienen de una ansiedad cíclica causada muy probablemente por una relación íntima pero enferma.

Mitski, como mencionamos, es una artista completa y Be The Cowboy es la prueba final de su capacidad de conectarse con quien escucha sus canciones, algo que muchos cantantes, sobre todo en la actualidad, sólo logran en los tres, cuatro o cinco minutos que duran sus canciones. La diferencia de este disco con todo lo demás, es que Mitski Miyawaki nos deja ser su personaje durante las 14 canciones y quizá un poco más.

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En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

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