En 1975, una desconocida abogada llamada Ruth Bader Ginsburg se paró frente a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos para defender a un hombre. Estamos hablando de una época en la que las mujeres solían quedarse en el hogar, pues sólo trabajan cuando la situación lo ameritaba, y los hombres eran las cabezas de un hogar cuando salían a buscar dinero para mantener a sus familias.
Bader tomó un caso nunca antes visto: un hombre llamado Stephen Wiesenfeld, después de perder a su esposa, una maestra que mantenía a su familia, busca la pensión que le corresponde así como los beneficios de la seguridad social que brindaba el Estado. La historia, al revés, habría sido sencilla: un viuda habría recibido sin necesidad de asistir a la corte, la pensión que le corresponde por su esposo fallecido, pero el caso contrario puso en jaque a muchos abogados y juristas de la época al enfrentarse a un tipo de sexismo visto del otro lado.
Este caso, el más famoso de Ruth Bader Ginsburg, se ha convertido en el tema central de la nueva cinta Mimi Leder, On the Basis of Sex, protagonizada por Felicity Jones, Armie Hammer, Justin Theroux, Sam Waterston, Jack Reynor y Kathy Bates, esta última dio vida a Dorothy Kenyon, activista y abogada feminista que trabajó de cerca con Bader.
En esta historia, el filme presenta a una Ruth Bader muy joven, casada y con hijos, que decidió romper una de las reglas de oro de la sociedad americana y convertirse en abogada en el Nueva York de la década de los 70. Junto a su esposo, Martin D. Gainsburg, llevado por Hammer, lleva al tribunal de apelación un caso de discriminación por condición de género que cambiaría el rumbo de la justicia en algunos temas. “Esto no es un caso, es una declaración de guerra”, dice uno de los personajes.
Este caso fue de suma importancia para que se lograra, ante la ley, que los hombres y mujeres fueran visto como iguales. Por un lado, si este hombre recibía la pensión de su esposa, terminaba con la idea de los roles establecidos para ambos géneros.
On the Basis of Sex representa el regreso de Mimi Ledger a la silla de directora –de largometrajes– después de casi 10 años de ausencia. Su última cinta fue The Code con Morgan Freeman y Antonio Banderas. Pero es más conocida por sus películas El pacificador en 1997, Impacto profundo del 1998 y Cadena de favores en el 2000.