Un romántico novio que por fin decidió hacerle “la gran pregunta” a su prometida hizo todos los arreglos para que su propuesta de matrimonio fuera perfecta; sin embargo, nadie de los presentes contaba con que la naturaleza tenía otros planes para ellos. Afortunadamente, la anécdota tuvo un final feliz.
La pareja había decidido aprovechar el bello atardecer que se cernía sobre Laguna Beach, California, para que ella diera el anhelado “Sí” que su prometido esperaba. Para recordar el momento, el feliz novio pidió a uno de sus amigos que filmara el suceso para mostrarlo a sus familiares, amigos y futuros hijos y nietos. No obstante, la filmación fue saboteada por una gran ola que arrastró a la pareja.
A pesar de verse raspados, mojados y arrastrados, la mujer decidió aceptar la propuesta de matrimonio. Aquí les mostramos el épico momento en el que la naturaleza demostró que no le importa arruinar las cursilerías de algunos.