Es una realidad que David Lynch es uno de los más grandes directores de los últimos tiempos, desde lo más profundo de su mente los ha regalado cintas como Lost Highway, Mullhollan Drive, El Hombre Elefante; series de televisión como Twin Peaks y hasta videos musicales dirigidos por él.
Sus películas siempre están cargadas de una cargada atmósfera que mezcla lo cotidiano con lo onirico, llega un punto en que la psicología de las cintas se vuelve tan intensa, que es fácil perderse.
En 1968 filmó un pequeño corto, un poco experimental, acerca del alfabeto. La idea surgió cuando la sobrina de su esposa Peggy había estado recitando el alfabeto mientras dormía y tenia una pesadilla. Así fue como decidió poner a Peggy de color blanco y filmara sobre un fondo negro, creando un contraste escalofriante. En una cama aparece atormentada por un alfabeto un tanto fantasmal, chequen:
Que bueno que no nos enseñaron así en la primaria.