Cada cierto tiempo se aparecen modas gastronómicas que prometen cambiar ‘para siempre’ lo que comemos y ahora, aunque podría no ser diferente que las novedades anteriores, nos encontramos con esta historia bastante interesante que —al menos en la idea— podría ser la carne del futuro. Con decirles que fue creada por una empresa que antes hacía software, utilizando una técnica novedosa de la ciencia.
Lejos estamos de lo que se imaginaron Los Supersónicos, pero imagínense que estas hamburguesas aparecieron gracias a algo llamado edición genética o CRISPR.
A diferencia de otras carnes cultivadas en laboratorio —que también andan ganando su popularidad en el mundo—, esta carne creada con CRISPR promete mezclar todas las ventajas: no viene de animales, no contamina tanto como una vaca y al menos, en sabor, aseguran que es indistinguible de las más jugosas hamburguesas en el planeta.
Carne creada con CRISPR
La tecnología CRISPR es conocida popularmente como “tijeras genéticas”. Es un avance tan canijo que, apenas 7 años después de ser creada, las investigadoras detrás del descubrimiento se ganaron el Premio Nobel de Química en 2020.
Es una herramienta que permite reescribir el código genético del ADN.
Usando términos casualones, lo primero que hace la tecnología CRISPR es que lee las cadenas ADN. Después, encuentra el pedazo que está buscando y es capaz de, con un “corte” instantáneo, corregirla por la cadena que desees. “Es posible cambiar el código de vida, en el transcurso de unas semanas”, decía el Premio Nobel sobre esta tecnología.
Ahora, ¿cómo cuernos es que la tecnología CRISPR se está utilizando en carne de hamburguesas?
Pues los investigadores de una empresa llamada SciFi Foods comienzan con carne cultivada en laboratorio y después, utilizan las tijeras genéticas para encontrar la forma más eficiente, barata… y sabrosa para que crezca.
Kasia Gora, la científica detrás de estas hamburguesas —qué raro suena, ¿no?— contaba en una entrevista con Fast Company que están buscando el mejor enfoque para que sus carnes sean exitosas. “Que crezcan rápidamente y que las mejores cadenas de ADN se mantengan para crear las siguientes rondas”, explica.
El plan es que, con CRISPR, cada carne de hamburguesa modificada cueste un dólar.
SciFi Foods cuenta que una vez que logran que las células de carne crezcan en sus laboratorios, las mezclan con una hamburguesa de plantas —como las vegetarianas, que ya conocen. Eso hace que el sabor sea mejor de lo que se imaginarían… bueno, dicen.
Una periodista de Fast Company pagó 250 dólares por comerse una de estas hamburguesas y, sin saber si era el codo lo que le dolía, comentó que sabían bastante bien.
Ahora bien, a la carne creada con CRISPR le espera un futuro enredado.
Las legislaciones de algunos países, o de la Unión Europea, incluso, consideran que estas hamburguesas serían un alimento GMO —genéticamente modificado— así que tiene bastantes barreras regulatorias en el futuro, aunque se dice que podrían ayudar a compensar la sustentabilidad de los alimentos planetarias.
El chiste es que todavía no se sabe si la carne CRISPR cambiará al mundo, o si nuestras hamburguesas se cocinarán con tijeras genéticas en los siguientes meses, pero mientras eso se decide, ¿a poco no está interesante?