Algunas personas deben pensar que jugar videojuegos de forma profesional es la tarea más fácil del mundo y que está libre de presiones. Pero lo dicen porque obviamente no conocen absolutamente nada de lo que se requiere, ya que después de todo, sólo pueden aplicar los mejores.
Jugar en esports para ganarse el pan es algo más que un trabajo de tiempo completo. Sólo tenemos que tomar como ejemplo a todos los chicos que juegan Counter-Strike de manera profesional, para saber que no todo es sentarse y apretar botones a cambio de unos billetes.
Estos muchachos no sólo realizan viajes a través del Océano Atlántico para participar en torneos, sino que tienen que darle duro al juego competitivo 40 horas por semana. Cuando los equipos no están en algún torneo, se dedican a jugar entre ellos por cinco días a la semana, de modo que puedan pulir sus habilidades y perfeccionar sus estrategias.
Uno de los mejores equipos de Counter-Strike: Global Offensive, conocido como FlipSid3 Tactics, tiene prácticas de domingos a martes, iniciando desde las 3:00 p.m. Esto es lo que dijo Yegor Markeloff, uno de los miembros del equipo:
“Por una o dos horas, sólo hablamos de estrategias, y entonces tenemos como seis sesiones de práctica al día. En nuestros días libres, intento jugar al menos dos o tres horas.”
Para algunos equipos, sus coaches están todo el tiempo monitoreando sus juegos y ofreciendo consejos. Como no todos jugadores observan las partidas de sus oponentes para aprender sus movimientos, los entrenadores deben de cumplir esa tarea siempre, más que nada con el propósito de estar preparados para un encuentro futuro.
Luego está el asunto de los “campamentos”, en donde se entrenan antes de los torneos más importantes. En estos, los equipos pueden modificar sus agendas para poder jugar hasta por 12 horas al día, y así poder estar del todo seguros de que se encuentran listos para darlo todo.
Toda esta extenuante labor se lleva a cabo en una habitación, donde todos los miembros de los equipos juegan juntos en computadoras alineadas. Esto sirve mucho para poder tener bien organizados a los integrantes, ya que no todos viven precisamente cerca uno del otro.
Así que ahora saben que no basta con ser bueno en un juego, porque si quieren ser pros, deben exprimir hasta la última gota de su esfuerzo para lograrlo.