Si no les bastó con la ñáñaras del descubrimiento de una especia de araña gigante en México, el siguiente redescubrimiento les hará echarse cloro en los ojos para borrar lo que verán a continuación.
Descubierto en el Siglo XVIII, el Kuphus polythalamia –especie de molusco también conocido como Gusano de los Barcos– se creía extinto. Sin embargo, hace muy poco, un grupo de científicos internacionales, volvió a encontrar a la increíble, pero asquerosa criatura:
Perteneciente a la familia de los téredos, este molusco era una plaga para los navegantes, ya que gustaban de convertir en su hogar a la madera utilizada para construir navíos.
Esto les ganó el nombre de “Gusanos de los Barcos”, aunque este animal tiene más relación con las almejas. Debido a su peculiar forma de vida, los científicos nunca habían tenido la oportunidad de estudiar a uno de estos animales con vida.
Pero en Filipinas lograron encontrar a varios de estos moluscos enterrados en lagunas, antes de que formarán el caparazón donde mueren. Para sobrevivir, el Kuphus polythalamia absorbe sulfuro de hidrógeno, el cual es venenoso para casi todo lo vivo, pero el molusco logra sacar nutrientes de este gas. Manteniendo su boca enterrada, sólo la abre para comer y crecer.
En fin, una muestra más de los maravillosamente asquerosos misterios que este planeta aún guarda para nosotros.