Sí, lo sabemos: este caso se presta a la cábula… ¡Malditos Simpsons!…y también estúpido y sensual Stallone, por qué tuvo que hacer ese excelente documental futurista conocido como El Demoledor. Como sea, este caso es serio y ofrece una ventana para aquellas personas que, muriendo jóvenes, quieran ver si los avances de la ciencia les permiten tener otra oportunidad.
Quizás los resultados de la resolución que hoy fue tomada en Reino Unido no los alcanzaremos a ver, pero definitivamente es un día histórico. Cómo no habría de serlo, si este 18 de noviembre de 2016 será recordado como el día en el que una persona obtuvo la licencia legal para que su cuerpo sea preservado para ver, si en el futuro, se consigue tener la cura para el cáncer que acabó con su vida. No es el primer caso, pero muchos tampoco hay.
“No quiero ser enterrada bajo tierra. Quiero vivir y vivir mucho y creo que en el futuro podrán encontrar una cura para mi cáncer y despertarme. Me gustaría tener esta oportunidad”, escribió la chica de 14 años previo a morir el pasado mes de octubre.
Luego de documentarse lo necesario sobre la criogenización, la menor sólo identificada como J.S, comunicó a su madre cuál deseaba que fuera el destino de sus restos. Aunque ésta no dudo en cumplir la voluntad de su hija, fue el padre de la joven el que se opuso, principalmente por no querer que en el futuro su hija se sintiera sola y desubicada:
“Incluso si el tratamiento tiene éxito y ella es devuelta a la vida en, digamos, 200 años, no encontrará a ningún familiar, ni podrá recordar muchas cosas y, además, su situación puede convertirse en desesperada, ya que será una chica de solo 14 años sola en Estados Unidos”.
De acuerdo con El País, el juez encargado, Peter Jackson (sí, así se llama… ¿no es genial este caso?), se entrevistó con la joven y con base en la conversación, determinó que la chica estaba lo suficientemente capacitada para decidir a dónde quería que su cuerpo fuera a dar después de su muerte. El padre al final también aceptó cumplir la última voluntad de su hija… y bueno, así es como llegamos a este punto.
Cabe destacar que esta decisión no tiene nada que ver con aceptar o negar las bondades de la criogenización. Sólo es un fallo relativo a qué hacer con el cuerpo de la menor. Una disputa legal entre los padres, pues.
El cuerpo de la joven ya se encuentra en un tanque de nitrógeno líquido de Estados Unidos, a -196 grados de temperatura… El costo del tratamiento fue costeado por la abuela de la chica. Nada barato, por cierto: si les interesa el asunto, el costo es de aproximadamente 43 mil euros.
Fotos: consalud.es/