Bienvenidos una vez más a esta su sección dedicada a contar las historias de los personajes del mundo de los videojuegos.

Hoy, finalizaremos la historia del buen Solid Snake, con el que tal vez sea el juego más confuso de toda la saga.

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriot
Imagen: Metal Gear Solid 4

Por lo mismo, solo me enfocaré en lo ocurrido con el viejo Snake. En un futuro no muy lejano, retomaré varios de los elementos de toda la franquicia para no hacernos bolas.

Sin más preámbulos, demos inició a la última misión del clon del Mejor Guerrero del Siglo XX.

Una serpiente envejece

Después del escape de Liquid-Snake y del incidente de Big Shell, Snake decidió ayudar de tiempo completo a Philantropy, en su lucha por detener la creación de armas como las Metal Gear.

Además, de que le prometio a Otacon rescatar a su hija, Sunny. Pero, el Síndrome de Werner implantado desde el día que nació, se aceleró enormidades debido al uso de las Nanomachines y el virus FOXDIE que Naomi le había inyectado hace una década en Shadow Mosses.

Esto, provocó que su cuerpo envejeciera a un ritmo muy acelerado, viéndose como un hombre de más de 60 años cuando sólo tenía 42 en realidad.

Sin embargo, Sunny fue rescatada por Raiden, quien se la entrego a Snake de manera anónima (esto lo comentaremos al hablar de la historia de Raiden).

Así mismo, el Pentágono desclasificó varios documentos con los logros de Big Boss, así como el uso del CQC, el cual empezaron a impartirlo en varias milicias del mundo.

Esto, llevó a Snake a romper su promesa de nunca utilizar el método de combate de su mentor. Pero el ver una versión inferior, hacía que su cuerpo reaccionará por sí solo, demostrándole a los imbéciles el verdadero uso del CQC.

Mientras esto ocurría, Liquid-Ocelot tomó control de cinco de las compañías militares privadas más poderosas del mundo, con lo cual, estaba a un paso de la conquista del mundo y de llevar a cabo el sueño de Big Boss.

Tomando cartas en el asunto, Snake se dirigió al Medio Oriente con la misión de matar a Liquid, una vez más…

Las Armas de los Patriots

Infiltrándose con éxito a una de las bases en donde se encontraba Liquid-Ocelot, Snake se vería rápidamente emboscado por las unidades Gekko –mini versiones de un Metal Gear, creadas a partir de una unión en la tecnología del REX y RAY.

Gracias a su nuevo traje con tecnología OctoCamo, la cual podía emular casi a la perfección cualquier superficie con la que entrara en contacto.

Al poco tiempo, se volvió a juntar con Meryl en un momento sumamente nostálgico. Después de una reunión un tanto melancólica, Snake y el equipo de Meryl, Rat Patrol, se dirigieron hacia donde Liquid se encontraba. Sin embargo, una nueva monstruosa unidad llegaría para hacerle la vida imposible.

Tomando inspiración en Los Hijos de Big Boss/FOXHOUND, y Los Hijos de la Libertad/Deadcell, Liquid-Ocelot tomó a cuatro mujeres soldados sumamente afectadas por la guerra (PSTD), dándoles trajes que les dieron poderes similares a los de sus equipos pasados.

Dándoles la orden de cazar a Snake, la Unidad La Bella y la Bestia, se convirtieron en un obstáculo más por vencer, antes de llegar a Liquid.

Al poco tiempo, volvería a encontrar a su amargo rival, quien desactivo el Sistema conocido como Los Hijos de los Patriots, el cual servía para controlar el compartimento de emociones entre los usuarios de Nanomachines.

Viéndose momentáneamente deshabilitado, Liquid-Ocelot se le volvería a escapar:

Gracias a la ayuda de Naomi, Snake fue salvado de recibir más daño por la desactivación del programa de los Patriots. Dejándole un mensaje encriptado, se dirigió a los Andes en donde se encontraba el líder del nuevo Outer Heaven, además de explicarle la verdad sobre el virus FOXDIE.

Snake llegaría a la base de Liquid en la Mansión Vista, en donde se reencontraría con Naomi. Ahí, al fin conocería la terrible verdad sobre su vejez acelerada y el peligro que su cuerpo en decadencia representaba.

Gracias al Síndrome de Werner, FOXDIE había mutado de manera que convirtió al cuerpo de Snake en una bomba biológica, pudiendo infectar a cualquier persona cerca de él.

Sin embargo, su reunión se vería interrumpida con la llegada de Laughing Octupus:

Reuniéndose con Drebrin 893 –miembro de la organización vendedora de armas DrebinSnake escaparía junto a Naomi. Pero su escape duraría poco, ya que una unidad de Gekkos se interpondría entre ellos, así como el miembro sobreviviente de Dead Cell, Vamp.

Por fortuna, un viejo aliado llegaría a salvarlo:

Si creen que esto está exagerado, esperen cuando nos toque hablar de Rising: Revengeance.

Raiden le explicaría que había sido mandado por Big Mamma, líder de un grupo de resistencia en Europa del Este. Utilizando un disfraz con una máscara de su rostro rejuvenecido, Snake prosiguió a encontrarse con el contacto que el coronel Campbell le había conseguido.

Siendo casi reconocido por sus Nanomachines, Meryl le salvaría el pellejo y lo llevaría con Big Mamma, no sin antes discutir con Snake.

Al fin, Snake se encontraría con la jefa de la resistencia, quien resultó ser la amante de Big Boss, la espía conocida en los años 60 como EVA:

Además de explicarle que eran los Patriots en realidad, también le reveló que ella se encontraba en posesión del cuerpo de Big Boss (que en realidad era el cuerpo de Solidus). Así mismo, le reveló la verdad detrás de su nacimiento.

Pero como nada es fácil para el buen Snake, se vio confrontado por Raging Raven, mientras Liquid ponía en acción su plan de desactivar el Sistema de Los Hijos de los Patriots e inundar al mundo en un caos terrible.

¿La verdadera intención de Liquid? Destruir a la inteligencia artificial de los Patriots:

Con la muerte de Big Mamma y la destrucción del supuesto cuerpo de Big Boss, Liquid se encontraba a un paso de lograr so cometido.

Salvado por los pelos, gracias a Meryl y su equipo, Snake sabía que la única manera de que Liquid obtuviera el control de los Patriots, era usando la única arma desconectada de su sistema… el Metal Gear-REX.

Esto, lo llevaría de regreso a donde su combate con su hermano había dado inicio…

El regreso a Shadow Moses

Volviéndose a infiltrarse como hace una década, su regreso a Shadow Moses se vería interrumpido por el penúltimo miembro de Beauty and the Beast, Crying Wolf

Después de vencerla, Snake se vería forzado a combatir al Inmortal Vamp, quien simplemente no podía morir gracias a las Nanomachines en su cuerpo.

Si esto no fuera suficiente, también se vio rodeado por un grupo de Gekkos. Por fortuna, Raiden apareció para enfrentarse nuevamente al vampiro.

Al mismo tiempo, Snake utilizaría el Rail Gun de Crying Wolf para encargarse de las enfadosas máquinas. Y en un movimiento que ni él mismo pudo haber adivinado, se enfrentaría a todo Outer Heaven y a Liquid y el Metal Gear-RAY, a bordo del REX:

Gracias a la ayuda de Superman… quiero decir, Raiden, Snake lograría destruir al Metal Gear, así como poner un fin al círculo de caos y destrucción creado por estas armas.

Sin embargo, Liquid lograría escapar en su recreación de Outer Heaven. Después de una última reunión, Snake lograría infiltrarse, y como era de esperarse, bueno; véanlo por ustedes mismos:

Teniendo que pasar un infierno, Snake lograría llegar a la cima de Outer Heaven, en donde infecto a la Inteligencia Artificial de los Patriots, eliminándola por completo.

Pero esto aún no había acabado. Enfrentándose una vez más a Liquid, este le revelaría que su intención siempre fue la destrucción de los Patriots a manos de Snake. Con una última confrontación, todo terminó, en uno de los momentos más glorioso en la historia de los videojuegos:

Con la destrucción de los Patriots, el mundo, aunque desastibilizado, comenzó su camino a recuperarse. Aceptando su cruel destino y la maldición del FOXDIE, Snake estaba preparado para quitarse la vida antes de envenenar al mundo.

Pero antes de que eso sucediera, un fantasma al que creía muerto desde hace década apareció frente a él, revelándole que nunca existió el peligro de contaminar al mundo y como último acto, Big Boss le hizo prometer que viviría al máximo los últimos años que le quedaran de vida.

Y es así, que la leyenda del Mejor Soldado del Siglo XX y su legado, llega a su fin.

Y esta, fue la historia de Solid Snake y bueno… vaya que fue un dolor de cabeza. Claro, quedaron muchos huecos por llenar, pero de eso me encargaré al hablar de la historia de Big Boss y una nota adicional con varios de los detalles más intrincados de la franquicia.

Pero como eso no pasará pronto, la próxima semana volveremos con algo más sencillo.

Hasta la próxima.

Texto: Luis Alberto Valis/ValisTheDarkia

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