“Este es un recordatorio de que debes tomar agua, bebé” Es la imagen que circula en tu timeline de redes sociales. Ahora incluso hay apps para recordarte a qué hora y cuánto debes tomar para cumplir con la meta. Pero, ¿lo estamos haciendo bien?
Y ¿a qué nos referimos con esto? No es que sea difícil tomar agua, al contrario, es algo que es natural para nosotros, sin embargo, hay algunas cosas que ignoramos o no le damos la importancia suficiente y acá nos dimos a la tarea de recopilarlas.
¿Qué diferencia hay entre agua potable y agua purificada?
No, no es lo mismo. El agua que llega a nuestras casas se considera potable, la cual en teoría es apta para que la tomemos sin el riesgo de contraer enfermedades graves a corto plazo. Para que sea considerada potable es necesario que sea tratada con distintas sustancias para alcanzar la calidad requerida.
Por otro lado está el agua purificada, la cual pasa por un proceso que elimina o reduce las impurezas a niveles extremadamente bajos. Los tratamientos de purificación no incluyen ningún tipo de sustancias químicas que afectan la potabilidad del agua, sino que eliminan todo tipo de sustancias nocivas dejando el agua totalmente pura, sin malos olores, sin bacterias y sin ningún tipo de sustancia química.
¿Qué tan mal está la calidad del agua en México?
Si te pones a pensar, muchas de las cosas que consumimos a diario tienen contacto directo con el agua de nuestro grifo. Por ello es importante siempre contar con agua apta para beber. Pero, ¿realmente estamos tomando agua de calidad?
Según la OMS y la UNICEF, el consumo de agua contaminada es uno de los problemas más grandes de salud pública y que cuesta miles de vidas al año. Para que te des una idea, la UNAM estima que en México anualmente mueren 95,000 niños menores de 5 años debido a este problema.
Ahí te va, el agua potable que llega a nuestros hogares puede contener un sinfín de sustancias como el arsénico, cobre, hierro, plomo u otros metales pesados que bien sabemos nos hacen mucho daño. Pero, el mayor riesgo es consumir agua de negocios que ofrecen “agua purificada” a bajo costo y no cuentan con los estándares de calidad requeridos por la regulación mexicana.
El IPN ha realizado estudios de la calidad que ofrecen este tipo de negocios y detectan que más del 70% contienen bacterias y el 50% demostraron estar contaminados con E.Coli lo que demuestra materia fecal.
¿Qué pasa si bebo agua contaminada?
“Qué tanto es tantito”, pensarás cuando ves algún puesto de aguas frescas con instalaciones insalubres, y luego andamos arrepintiéndonos cuando nos llega la diarrea, perooo eso es lo mínimo que puede pasarte pues podrías contraer enfermedades gastrointestinales mucho más graves como cólera, fiebre tifoidea, hepatitis, incluso hasta enfermedades hepáticas y cáncer de diversos tipos por consumo de metales pesados. ¡Ah verdad!
Así que lo ideal es consumir agua de la cual tengamos la certeza que ha pasado por los procesos de purificación. Para ello, fíjate en siempre comprar agua de calidad y certificada con sellos y registros, y sobre todo, que cumplan con la regulación mexicana, ya que como lo mencionamos anteriormente, el consumo de “agua pirata” a menor costo te podría acarrear graves problemas de salud que terminarán afectando más tu economía entre médicos y medicinas.
Entonces, ¿cuál fue la lección de hoy? ¡Cuidado con el agua que estás tomando!