Entre más nos acercamos a la esperada y bendita quincena, la espera se vuelve más pesada, más lejana, más sangrienta, y más de todo lo malo. Que si la latita de atún para cenar, o unas quesadillas si bien te va, o ya si uno anda muy pudiente, se puede deleitar con su pechuguita a la plancha y unas hojas de lechuga para terminar el día.
Ahora que si no la debes ni la temes y siempre sacaste 100 en tu examen de Administración Financiera, es probable que te des uno que otro lujo, pero seamos sinceros… no lo eres, tooooodos hemos sufrido de los estragos de no tener lana días antes de que llegue la quincena; y esto también aplica para ti, amigo ‘freelance’, tú también has sufrido del ‘es que el cliente ya se atrasó un buen con mi pago’, que si no…
Es por eso que queremos que te pongas creativo con las frases la próxima vez que andes corto de billete, y no apliques la misma de ‘es que no tengo lana’. Así que aquí te dejamos algunas frases que puedes decir cuando no tengas dinero y no quieres nadie que lo note:
1.- “Solo estaba viendo.”
Típica de típicas. Cuando entras a una tienda de ropa, ves una chamarra buenaza, y dices ‘¡ufff, mía!’, agarras la chamarrita, buscas la etiqueta en una manga… no la encuentras, buscas la etiqueta en la otra manga… ¡Y PUM! Ves el precio, JESUSSANTÍSIMODENAZARETH, en este momento tú ya sientes las miradas ajenas, entonces te prohibes a ti mismo poner rostro de sorpresa de lo pinches cara que está, entonces no haces gesto alguno. Pero los mejores, son los que hacen cara de ‘está súper barata, ¿no goei?’, cuando sabes que ni de chiste te la podrías comprar en ese momento.
2.- “Mejor hacemos algo tranquis en una casa, ¿no?”
Y es que sí se entiende, hacer una reunión cuesta el 20% de lo que te gastarías en un restaurante, antro, circo, etc. ¿Se acuerdan cuando podías llevar a tu chava al cine con 200 pesitos? Ahora no te gastas menos de 600 entre los boletos, refrescos, palomas, estacionamiento, etc, etc.
3.- “Disculpe, ¿y es en pagos?”
¿Aceptan vales del Ahorro Nacional? ¿No? Ah bueno, no, sólo estaba viendo joven, gracias. (Regresa a punto No. 1)
4.- “No, gracias, no tengo hambre”
¡SÍ TÚ, ÁNDALE! Bien sabes que la tripa está llorando como Magdalena pidiéndote a gritos que le des una pobre tortilla, pero no traes un maldito quinto… a todos nos ha pasado, que si no…
5.- “Es que no traigo efectivo, we… sólo la tarjeta”
A ver niño plástico, tu pretexto de ‘sólo traigo tarjeta’ ya es inválido, ya hay cajeros en cada esquina del país. Pero sí, a todos nos ha pasado. Quesque no traes efectivo porque casualmente toooodo tu dinero lo tienes en la tarjeta, y no es tu culpa que no haya un cajero cercano… pobre de ti. JAJAJA.
6.- “Traje comida, pero adelántense… que tengo mucho trabajo” (En la oficina a la hora de comer)
Y por adentro piensas: ‘Que nooooo, no me estén molestandoooo, déjenme en paz’ porque no traes dinero.
7.- “Sí te presto, pero aguántame a la quincena, ¿va?”
Bienaventurada sea tu alma caritativa, pero este viejo truco de dar largas cuando te piden dinero, es proporcional al caso omiso que te hacen cuando le cobras a alguien. Pero nooo, si algo te caracteriza es tu alma caritativa… solo que ahorita, pues tú entiendes, ¿no goei?
7.- “Me voy caminando no hay pedo, está aquí cerquita”
JAJAJA, ternurita… y acto siguiente, obvio llegas sudadísimo, de malas, y todo cansado. Pero nos ahorramos esos 100 pesotes, ¿a poco no?
8.- “¿Tiene cambio de a mil? Déjeme ver si me lo cambian, ahorita vengo…”
Te entendemos, se siente feo cuando los empleados se esfuerzan en venderte algo, y tú, para bien o para mal, les dices ‘no sí, wow, increíble, sí sí, ahorita vengo, apártamelo please’, lo que no sabes es que como tú, acaban de pasar 50 más con ese viejo pretexto.
