Uno no quiere chorear, pero a veces la vida te coloca en situaciones en las que debes de aderezar un poquito la verdad para poder salir como todo un pro.
Como cuando te ves con tus muchachos un domingo por la tarde para echar la reta de fut en las canchas de la delegación, te pones tu playera pirata del América y empieza la reta.
Te lesionas 5 minutos después de tu auto-gol y no hay de otra más que ir a repartir el agua a la banca.
Obvio si llegas con tu chica a contarle esa historia, igual y hasta te deja.
Tu Choro:
Obvio necesitas un #ChoroEspecial, entonces le platicas cómo llegaste a las canchas de CU dispuesto a acabar con tu rival.
Iniciado el partido les cayó un primer gol, al principio del segundo tiempo empataron y en el minuto 87, anotaste de chilena para el desempate, pero caíste mal, te lesionaste y fuiste sacado en hombros mientras coreaban tu nombre.
Otra situación de la que no puedes escapar en estos días es:
La fiesta de la oficina:
Llegas, te sientas y todo es muy aburrido hasta que alguien pregunta ¿y las chelas?
Pues obvio es a lo que vas, pero con lo que no cuentas es con que el jefe invita UNA y el resto salen de tu bolsa. Para comer hay tostadas con crema.
Pero bueno, al menos te tocó darle regalo a la guapa de la oficina y le compraste un iPhone 6s, seguro anotas.
Para tu desgracia, llegó con su novio alemán de 2.10 de alto jugador de rugby. Y a ti te dará regalo Rosita la de contabilidad y te trajo una caja de galletas surtidas.
La versión #ChoroEspecial:
Llegaste a tu fiesta de fin de año, el jefe no se presentó a trabajar porque tenía alguna junta y dejó todo pagado. Barra libre. Obvio la guapa de la oficina llegó sola y ¡oh casualidad! ambos se tocaron en el intercambio y una cosa lleva a la otra…
En el antro:
Después de estar dándole duro a la chamba por meses, logras ahorrar una lanita para poder ir de antro, pero no irás a cualquier antro, hoy tienes dinero e irás a uno de esos donde debes de llevar unos 15 kilos en billetes para que te dejen entrar.
Hoy el dinero no es problema. HOY.
Mientras estás en lo tuyo, conoces a un grupo de mirreyes que seguro llegaron en helicóptero y por alguna razón creen que eres cool como para poder hangear con ellos, tú aceptas y estás ahí. De pronto llega el momento de la verdad, te preguntan: Y tú, ¿a qué te dedicas, paps?
Obvio no les vas a decir que eres Godínez, trabajando en tu cubículo de 9 a 6 y que estuviste ahorrando meses para estar parado en ese lugar, es algo que no te incomoda, hasta te sientes orgulloso de eso, pero hoy quieres apantallar mirreyes…
Lo que les dices:
“Papi, yo soy dueño de este antro y de todo lo que ves aquí…”