Dicen que “Nombre es destino”, y por lo tanto, ponerle nombre a una persona no debería ser tomado tan a la ligera por los padres de familia. Lo malo es que luego por verse originales, exóticos o nomás porque YOLO, terminan marcando de por vida a sus pobres vástagos.

Si bien es cierto que los papás tienen total libertad de nombrar a sus hijos cómo se les de la regalada gana, tampoco se vale ser tan manchados. Aunque claro, los papás no siempre son los culpables.

Un caso curioso es el de Colombia, donde una iniciativa procedente del departamento de La Guajira, le permitió a varios indígenas Wayúu cambiarse el nombre. Y es que en esa región hay muchas denuncias hacia varios funcionarios mala onda, que al momento de registrar a los Wayúu les ponían nombres risibles. Como estos indigenas no saben español, no podían defenderse al momento y quedaban condenados a llevar un nombre humillante.

Algunos ejemplos de estos nombres son Payaso, Bolsillo, Sopitas o Tarzán.

Estos nombres fueron registrados principalmente entre los años sesenta y noventa, cuando en épocas electorales los políticos de la localidad buscaban obtener el voto de la población regalándoles bolsas de comida o prometiéndoles cosas, y registrándolos en masa. Lo de menos era el nombre, sino que estuvieran dados de alta, y pues no se vale.

Se calcula que son cerca de 5 mil los afectados por las “ocurrencias” de los funcionarios de los registros civiles de aquella época. De hecho hay libros y hasta un documental que relata estos abusos.

Por eso, esta iniciativa del cambio de nombres busca arreglar esta violación a los derechos de los Wayúu. Así, gracias a una jornada de modificación del registro civil, el pasado 17 de noviembre lograron cambiar nombres ofensivos como Cohito, Gorila, Mariguana y Cositarica.

Al respecto, el ministro de Justicia, Yesid Reyes (a él también deberían cambiarle el nombre, ¿qué es eso de ‘Yesid’?), comentó:

“Este es un acto de reivindicación de los derechos de la comunidad Wayúu. Cada persona de esta comunidad tiene derecho a tener el nombre que escoja y a que si en sus documentos este no aparece, ese cambio se le realice de manera gratuita”.

También agregó que en sólo 8 días, se realizaron 928 cambios de nombres, 454 corresponden a mujeres y 474 a hombres. En enero continuará esta campaña para cambiar otros nombres que “por hacerse los chistosos”, los funcionarios le dieron a varios Wayúu.

Qué bueno que el gobierno colombiano está arreglando esa manchadez, aunque también sería bueno que castigaran a los culpables.

*** Vía Lapatilla

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