Ante cualquier contingencia, las autoridades recomiendan siempre tener a la mano aquello que consideramos de mayor valor. Suponemos que las cosas no eran diferentes en el año 79 d.C. y una víctima de la erupción del Monte Vesubio, cuya imagen ha sido difundida en las redes sociales, se lo tomó muy en serio.
Aunque el evento natural ocurrido hace más de mil 900 años sepultó a miles de habitantes de la ciudad Antigua Roma y de ellos se han rescatado los restos de casi dos mil, uno en especial ha llamado la atención de internautas. Y cómo no, si al ver la posición que tomó el susodicho, al ver que encima se le venía el flujo de magma, nos hace reflexionar sobre las alegrías de la vida.
Cábula -pero finamente- bautizado como “El Onanista de Pompeya” (por parecer que se dio un último jalón antes de que el Vesubio hiciera de las suyas), este personaje fue retratado y compartido en Instagram por el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Massimo Osanna. ¿Víctima de la eruzione?… más bien de la erezione… y más chistes del tipo abarrotaron la cuenta del pobre profesor.
Sin embargo, quien en pan piensa es porque tiene hambre, ya que especialistas atinadamente señalan que la forma en la que ahora se encuentra el llamado Onanista no implica que éste anduviera haciendo el auto-cuchicuchi al momento de la erupción del Vesubio. “La mayoría de las víctimas humanas encontradas en Pompeya a menudo muestran posiciones extrañas de sus brazos y piernas, a partir de la contracción de sus pulmones y como consecuencia del efecto del calor en sus cuerpos luego de que murieran”, explica el doctor Pier Paolo Petrone, quien dedicó 25 años de su vida a estudiar a las víctimas de la célebre explosión volcánica.
Si de por sí resulta molesto masturbarse bajo las cobijas (me han contado), imagínense lo que implicaría hacerlo bajo el cobijo de una ola de calor de 260 grados centígrados, que es la temperatura que vivieron las víctimas del Monte Vesubio. “Resulta imposible”, sentenció Petrone.
Información: infobae.com, avclub.com