Bien se ha dicho muchas veces que hay ocasiones en las que el cazador se convierte el presa. Normalmente es el reino animal el que nos ofrece estos asquerosos eventos increíbles demostraciones de como a veces la cadena alimenticia se puede voltear completamente.
Como en el caso de este sapo, que decide que no es un buen día para morir devorado por un depredador natural, por lo tanto se pone en modo Rambo y comienza a… comerse a la serpiente mientras sigue viva. ¿Pruebas? Pero por supuesto, se las ponemos a continuación.
Lo más curioso en todo esto es que ni siquiera puede masticar al reptil, que además es como cinco o seis veces el largo del anfibio. Lo que nos deja con el pensamiento de que sólo quería demostrarle “de que lado masca la rana”.
Como un último dato curioso, todo esto ocurrió en Australia. Así que ya saben, tengan cuidado si van a pescar o algo parecido. No saben cuando algún animal se ponga a la tarea de invertir las circunstancias.
Vía mirror