Esperemos que nadie de ustedes haya pasado por eso, sin embargo, quienes ya se realizaron la prueba del COVID-19 saben que no es precisamente la sensación más placentera del mundo. Más allá del tener la incertidumbre de estar contagiados o no, lo decimos por el mendigo cotonete gigante que te meten por la nariz y con el que casi te pueden leer los pensamientos más profundos.
Pues bueno, aunque se siente de la fregada, nunca a nadie se le pasó por la cabeza que la prueba nasofaringea para detectar el coronavirus fuera peligrosa, un miedo que ha venido a generar el caso de una mujer de 40 años que sufrió un derrame de líquido cerebral luego de realizarse la dichosa prueba con el hisopo en la naríz. ¡Noooooo!
Una mujer tuvo una reacción adversa después de hacerse la prueba de COVID-19
A través de un artículo publicado el pasado 1 de octubre, la revista especializada JAMA Otolaryngology – Head & Neck Surgery, se dio a conocer la reacción que tuvo una mujer de 40 años, en Estados Unidos, luego de hacerse la prueba de COVID-19, la cual realizó días antes de someterse a una cirugía donde le removerían una hernia en la nariz.
La mujer en cuestión desarrolló rinorrea mucopurulenta unilateral, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, vómitos e intolerancia a la luz. Después de practicarle varios estudios y tomografías al respecto, los médicos encontraron que en el derrame del líquido cerebral también influyeron otras cuestiones como un defecto en la base del cráneo, así como un tratamiento en las fosas nasales al que se sometió hace unos años.
Sól0 algunos pacientes corren ese riesgo (no se espanten)
Debido a la alta peligrosidad que implicaba la llamada fístula de líquido céfalorraquídeo (LCR), la cual le pudo provocar una infección fatal o hasta un daño en el cerebro por la presión del aire en la cavidad craneal, la mujer fue operada y su padecimiento se solucionó, dejando todo como una experiencia bastante aterradora.
Aunque los expertos aseguraron que lo ocurrido con esta paciente fue por la invasión del hisopo en la cavidad nasal y craneal –que ya presentaban daños–, ellos piden a las personas con cirugías de los senos nasales o de la base del cráneo, que se realicen una prueba de COVID-19 oral, para evitar correr un riesgo similar.
Además, especialistas piden a los encargados de las pruebas que sean cuidadosos al momento de hacer el procedimiento, el cual no representa ningún peligro si se lleva a cabo de manera correcta.