Hace un mes, el mundo se conmocionó ante la imagen de un pequeño niño de tan sólo dos años, que fue encontrado en un estado deplorable, después de ser abandonado por su familia tras ser considerado como un brujo:
La activista, Anja Ringgren Loven, encontró al niño que llevaba 8 meses vagando en las calles, mientras hacía una visita humanitaria a la región.
El niño, que se le puso el nombre de Hope (esperanza), sufrió de desnutrición y de tener varios parásitos y gusanos en el estómago. Además de padecer de hipospadias, anomalía congénita por la que el pene no se desarrolla de la manera usual. Teniendo la abertura del pene, en algún lugar en la parte inferior del glande o el tronco, o más atrás, como la unión del escroto y pene.
Tras ocho semanas de su rescate, Hope, ha tenido una recuperación milagrosa:
Anja comenta que:
“Como pueden ver en las fotografías, Hope se encuentra disfrutando de la vida, ahora que tiene 35 hermanos y hermanas, quienes cuidan muy bien de él, juegan, estudian y se aseguran de que él este a salvo y reciba mucho amor.”
Si bien, este caso resultó muy bien, Hope no es el único niño que ha sufrido de abandono por parte de su familia. Desafortunadamente, en varias regiones de Nigeria y otras partes de África, se siguen abandonando a cientos de niños, debido a la creencia de que son brujas o espíritus malignos.