Hay lecciones en esta vida que se aprenden de buena manera y otras que… bueno, dejan aprendizajes físicos, así como mentales. Un gran ejemplo de cómo la naturaleza puede enseñarnos de mala gana, llegó con el caso de un hombre estadounidense que intentó disparar contra un armadillo.
De acuerdo con los reportes de Reuters, el incidente ocurrió durante una madrugada en Marietta, al este de Texas. El “genio” salió de su casa y vio al animal en su propiedad, por lo que decidió usar una pistola para matarlo, pero poco sabía que sería otro el que terminaría herido por el proyectil.
Al escuchar tres disparos, la esposa de aquel hombre salió de su casa y efectivamente, lo encontró en el suelo con una herida bastante desagradable en la mandíbula. Al parecer, todos los impactos rebotaron en la coraza del armadillo y uno simplemente fulminó a su agresor.
Su esposa estaba en la casa. Él tomó su revolver .38, salió y disparó tres veces al armadillo, dijo Larry Rowe, el comisario del Condado de Cass. La dura coraza del animal reflejó uno de los tres tiros y éste le dio justo en la mandíbula.
Tras aquel extraño acontecimiento, la criatura desapareció para jamás ser vista de nuevo. En cuanto al chistoso que abrió fuego en su contra, sólo podemos decir que sobrevivió para llevar consigo una marca que le servirá para recordar un par de cosas el resto de sus días: las armas no resuelven todos los problemas y los armadillos son más rudos de lo que aparentan.
En serio, no quieren meterse con ellos…