“Quédense en casa, sean responsables“, dijo Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México. Pero en realidad, es el mensaje que se envía a todo México a partir de la propagación del Covid-19 o coronavirus en nuestro país. En todo el mundo, estar en cuarentena también forma parte de las medidas para evitar que crezca el número de personas infectadas.
Las escuelas suspendieron clases y algunas empresas implementaron el home office con sus empleados. Sin embargo, hay personas que no pueden trabajar desde casa porque su actividad económica o fuente de ingresos no se lo permite.
Pensamos en aquellos comerciantes que salen a las calles a vender, taxistas y choferes de transporte privado, personal de limpieza y seguridad, boleros, trabajadoras del hogar y de la construcción, empacadores, cocineras, freelancers, obreros, despachadores, personas desempleadas o en situación de calle.
Miles y miles de mexicanos que no tienen opción mas que enfrentar esta situación vulnerable desde una trinchera sumamente incierta y que se podría prolongar hasta puntos críticos. ¿De dónde vendrán sus ingresos?, ¿qué hay de aquellos cuya familia depende de actividades que impliquen salir a las calles en épocas de cuarentena?
Sí, nos debemos quedar en casa como una forma de participar en la mitigación del Covid-19, pero también tenemos la responsabilidad social de apoyar a las personas que no tienen la oportunidad de formar parte de estas medidas. Así que se propone esta iniciativa para apoyar a las personas cuya crisis es doble, y les puede llegar a afectar de maneras que muchos desconocen.
–Contacta (por teléfono o mensajería instantánea) a cuatro amigos o familiares que tengan un ingreso fijo. Es decir, aquellos cuyos trabajos no estén en riesgo a pesar de las afectaciones a la economía por la pandemia del coronavirus.
-Platica con ellos sobre esta situación, y proponles juntar 200 pesos a la semana. Es decir, 40 pesos diarios en sus días hábiles. Si esas cuatro personas aceptan, cinco contándote a ti, juntarán mil pesos a la semana.
-Ese dinero se lo pueden dar a una persona que se encuentre en medio de esta crisis. Procura conocer de buena fuente o directamente que la persona a la que se le donará, realmente lo necesita.
-Piensa, nuevamente, en comerciantes, taxistas y choferes de transporte privado, personal de limpieza y seguridad, boleros, trabajadoras del hogar y de la construcción, empacadores, cocineras, freelancers, obreros, despachadores, personas desempleadas o en situación de calle agravada.
-Si es posible y entra en tus posibilidades, repite con estas personas este ejercicio cada semana. Con el tiempo, se podrán sumar más para que la ayuda abarque a más personas que realmente necesiten una mano (en sentido figurado 😉).
Otras formas de ayudar a estar personas es dando propinas voluntarias. Es decir, si vas al supermercado a comprar cosas básicas que necesites en tu casa, dale una mayor cantidad de propina a los empacadores de la tercera edad. Si tomas un Uber, Cabify y más, deja propina que te solicita la app y de ser posible, dales un agregado en efectivo. Lo mismo va para taxistas.
Quizá lleves tenis en la calle para ir a la tienda, pero si en el camino te encuentras con un bolero, también otórgale ayuda económica. Si en la noche tienes un antojo de garnachas y decides ir con la señora de la esquina, procura dejarle un extra. Al despachador de la gasolinera, no le dejes 5 pesos si acaso puedes agregar algo más.
A la señora que va a realizar labores en tu casa de limpieza, permite que se vaya a casa sin dejar de pagarle como si fuera un día laboral. Ellas también tienen una familia que cuidar, al igual que la tuya. Los trabajadores de la construcción, plomeros, jardineros, electricistas, todos ellos también necesitan cuidarse y cuidar a la sociedad como tú lo estás haciendo desde casa.