Es un poco curioso que hagamos una nota de introducción a un artista que tiene videos en YouTube con más de 100 millones de reproducciones y que ha vendido miles de discos, pero si sales a las calles del DF y empiezas a preguntar si alguien reconoce el nombre de Stromae, es probable que la gente te vea raro y quiera golpearte. Sin embargo, es más probable todavía que SÍ hayan escuchado su éxito más popular, “Alors on Dance”, una canción que le dio la vuelta al mundo en 2010.
Stromae (pronunciado tal como se escribe) es un productor y cantante que combina elementos de hip-hop, R&B, y música electrónica, particularmente house. Su nombre real es Paul Van Haver, nacido en Bruselas en 1985, de una madre belga y un padre migrante de Rwanda. Desde una temprana edad desarrolló un interés por la música, empezando a tocar la batería a los 11 años en L’Académie Musicale de Jette. Su primer proyecto arrancó en 2005 bajo el nombre de Opmaestro, un acto de hip-hop que al poco tiempo se cambió el nombre a Stromae, un anagrama de “maestro”. El joven rapero consiguió un espacio como DJ en una estación de radio de Bélgica. Para 2009, Stromae obtuvo la atención de sus jefes cuando debutó “Alors on Dance” en su programa. La canción se convirtió en una sensación y al poco tiempo firmó un contrato con Polygram Records. El sencillo se transformó en un hit monumental en varios países de Europa y al año siguiente Kanye West ya estaba haciendo un remix de la canción, verso incluido.
Stromae se volvió famoso tanto por su ya mencionado tema como por su imagen de hipster bien arreglado con su corbata de moño. También es de notar el hecho de que Van Haver no canta en inglés, sino en francés, su idioma natal, desafiando una de las normas de la escena del dance. Cuando Stromae lanzó su debut bajo el nombre de Cheese, su nombre ya era aclamado en los antros europeos. Sin embargo, la reputación del artista estaba en peligro de caer en el temido territorio de one-hit wonder. No son pocos los productores de dance que únicamente logran hacer un impacto en las tablas para luego desaparecer de la industria. Stromae se tomó tres años para lanzar su próximo álbum, lo cual era un riesgo, pero nada tonto, el belga supo aprovechar la plataforma de la Copa del Mundo para alcanzar una audiencia mucho más amplia.
Racine Carrée, el segundo álbum de Stromae, tuvo su estreno en agosto de 2013 ante muchas expectativas, y podemos decir que esas expectativas fueron superadas. Una vez más, sus vocales están en francés, y de hecho, hay más énfasis en el contenido de sus letras que exploran temas como la situación de los migrantes en Europa, el abandono de la familia, la soledad provocada por el internet, y otros problemas que no suelen pasar por la mente del chico burgués que solo quiere bailar. Aunque no hay una canción tan pegajosa como “Alors on Dance”, Racine Carrée es un álbum más congruente y mejor estructurado que Cheese. El primer sencillo, “Papaoutal” acompaña las rimas con un teclado que sube la tensión hasta que entran los coros con unos sintetizadores que simulan el sonido de trompetas. Fans de los ganchos deben encontrarle su encanto a éste y otros sencillos como “Formidable,” y “Tous les Mêmes.”
Pero quizás el mejor acierto de todos fue que “Ta Fête” se convirtiera en el himno de la selección belga en la Copa del Mundo de Brasil 2014. Una vez más con esos sintetizadores de trompetas, la canción debe ser suficiente para prender la adrenalina de cualquiera. Es un llamado a las armas que encaja perfectamente como tema abridor, para todos aquellos que alguna vez dudaron del talento que tiene este artista para engancharnos de volada. Por si no lo has hecho, dale una oída a su disco más reciente, y no creas que vamos a soltar el dedo del renglón porque más adelante les vamos a tener una sorpresa a los fans de Stromae.
T:@ST