Micca Mont inició su carrera con una guitara en mano y con una gran voz. El rock oscuro y a veces psicodélico se volvieron parte de su día a día cuando cantaba en los hoteles y bares de la Riviera Maya. “La paga era buena”, dice, pero al cabo de 10 años haciendo eso, se cuestionó sobre su futuro y sobre su música.
“Allá hay una facilidad muy grande de tener un buen estilo de vida tocando en diferentes hoteles y bares. Tenía mucha comodidad tenia la playa y vivía bien, pero luego pensé que no quería llegar a los 40 y seguir tocando en el barecito de la esquina”
Un accidente fue la clave. Dicen que las cosas pasan por algo, lamentablemente nunca sabremos las dimensiones con las que llegará ese “algo”, y en el caso de Micca, la vida le jugó un poco chueco luego de que sufriera un accidente que le rompería la muñeca, le zafara la mandíbula y dañara su cuello.
“Cuando me puse a componer otra vez, ya no podía tocar la guitarra, entonces mi música empezó a cambiar. Comencé a usar sintetizadores y esto hizo un cambio muy dramático en mi proyecto”.
Previo al accidente, Micca solía desenvolverse más en un estilo más opaco pero siempre hipnotizante. Sus letras, todas, eran en inglés. Con tanto tiempo tocando, un día nació Looking Up, su primer EP, un material bien recibido por sus seguidores.
Pero fue luego del percance que el mundo de Micca fio un giro totalmente inesperado. Al ya no poder tocar la guitarra con facilidad, buscó la manera de continuar haciendo lo que más le apasiona, así que encontró en los sintetizadores a su nuevo mejor amigo. Su voz también cambió. Ya no podía abrir tanto la boca por lo que comenzó a cantar de ,manera más suave.
Después vino la mudanza. Con tantos cambios, Micca Mont empezó de nuevo. Dejó atrás a sus amigos en la playa y emprendió camino a la Ciudad de México.
“Fue una decisión muy fuerte porque llegué sola sin trabajo ni nada. Estaba otra vez en un el inicio y desde cero, pero fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida“.
En sus inicio, Micca se volvió autodidacta, ella era su propia booker, manager, diseñadora e ingeniera de sonido, fue así que viajó por Canadá, Estados Unidos y España, pero si quería seguir creciendo, necesitaría de manos amigas que la ayudaran a concretar su proyecto ya con su nuevo sonido.
Las cosas fluyeron y pronto conoció a José Luis Sedano de su disquera LOV / RECS y a Dan Solo, conocido por muchos por su trabajo en Technicolor Fabrics, quien se convirtió en su mano derecha para darle vida a Jun, el nuevo EP de Micca Mont.
“Entre Dan y yo hicimos todo. Yo empecé a hacer la lírica y ya después el metió mano. A él lo conocí gracias a mi disquera y tuvimos muy buena conexión. Empezamos a grabar todo entre los dos y cuando terminamos nos dimos cuenta de que nos gustaba mucho. Al final fue Bufi quien se aventó toda la masterización y quedamos muy contentos”.
Para la realización de Jun y después de todo lo que vivió Micca, ella analiza y reflexiona lo sucedido y explica que más allá de hacer algo diferente, quería autoexplorarse para así saber qué es lo que debía empezar a hacer.
“Me di cuenta de que todos quieren ser diferentes pero para mí era más como hacer algo auténtico. Cuando vi dentro de mí, encontré algo y fue ahí donde nació la mayor de mis influencias, la autoexploración“.