Oh, santo cielo…. El incansable Jack White. Luego de presentarse en el Tecate Coordenada 2022 como headliner, el músico oriundo de Detroit vino a la Ciudad de México para tocar en el Pepsi Center WTC el domingo 9 de octubre. ¿Y saben qué? Ha sido una verdadera locura lo que hizo en el escenario.

Nos dio una presentación electrizante, y el adjetivo se queda cortísimo. De por sí la expectativa era bastante alta a decir verdad, esto en el entendido de que él mismo viene de un periodo creativo que le dio para producir dos discos, Fear of the Dawn y Entering Heaven Alive, los cuales lanzó en este año. Así que ya sabíamos que traía con una vibra de estar pasando por alguna especie de segundo aire en su carrera como solista.

¡Jack White regresa a la CDMX junto a Cat Power para rockear en el Pepsi Center WTC!
Flyer del concierto. Foto: OCESA

Pero hasta los ‘segundos aires’ tienen sus niveles y sin duda, el que Jack White está viviendo le sienta de maravilla.

Cat Power abrió el concierto en el Pepsi Center WTC

La noche en el Pepsi Center comenzó con la igualmente genial Cat Power, quien también venía de presentarse en Guadalajara un día antes. Con ese toque de blues de tinte alternativo y con algunas texturas folk, la cantante preparó un set atmosférico que nos llevó al borde de la nostalgia.

Su voz no dejó de ser hipnótica en medio de un escenario que lucía bastante ensombrecido. A la distancia, no era tan fácil seguirla entre las luces tenues, pero su capacidad para atraparte con su canto es inevitable. “Good Woman”, “Hate”, “The Greatest” y “Bad Religion” fueron algunas de las canciones de su repertorio; un set de esos que si andas en el modo de bajón, sientes como si la música te abrazara.

Esa es la magia de Cat Power, quien no duda en deshacerse en elogios para la gente que desde temprano cayó al venue para verla; hasta dijo que somos el público número uno para ella. “Los amamos… estamos muy agradecidos”, agregó la compositora antes de su última canción. Pura buena onda antes de la presentación estelar.

Jack White electrizó todo desde el inicio

Los asistentes ya se hacían tan adelante como podían mientras otros más coreaban con emoción a tope “Seven Nation Army”. Y es que no todos los días uno se puede dar el lujo de rematar la semana viendo a Jack White. Ya desde ahí, el ambiente se sentía diferente.

En el escenario, las luces se apagaron en breve y de repente, se escuchó un grito tan rasgado como agudo para cimbrar el lugar. Oh, sí… llegó la hora de ver a uno de los últimos genios del rock. Y nada de que sube a la tarima, saluda y con calmita se pone la guitarra. No. Las luces se encendieron enseguida y ya lo veíamos bailotear por todos lados, con una energía que muchos veinte-treintañeros quisiéramos tener.

Primero, una secuencia de apertura enloquecida que pronto se convirtió en “Taking Me Back”. Qué trancazo es esta canción en vivo, eh. Una de las joyas absolutas de sus dos últimos discos. Por cierto, qué pedazo de banda trae Jack de acompañamiento. Todos y cada uno de los músicos en escena son una maravilla que contagia la actitud. Ese rock electrizante continuó con “Fear Of The Dawn”, cargada de una energía medio stoner sorprendente.

Con su característico estilo desenfrenado de ejecución, Jack le saca el mayor provecho a la distorsión de su guitarra. Una floritura por aquí y otra por allá, mostrando que tiene ese sello frenético bien patentado. La verdad, nadie utiliza la distorsión como él; es su recurso y es parte de su ADN musical. Y ni se diga lo vibrante que es escuchar esas texturas agudas y expresivas de su voz. Ufff, qué cosa.

La parafernalia azulada que decoraba el escenario, es visualmente una maravilla dicho sea de paso. Este llamativo aspecto visual recuerda bastante al concepto de The White Stripes y su eterna afinidad al blanco, negro y rojo. Jack White le está dando ese toque conceptual a esta etapa de su carrera solista con el color azul, que incluso adorna su cabello y el de dos que tres fans entre la gente.

Y bueno, ya que hablamos de aquella banda, llegó el momento de escuchar algunas rolas como “Black Math”, “Dead Leaves and the Dirty Ground”, entre otras. “Ciudad de México, si quieren cantar conmigo, yo lo haré con ustedes”, dijo Jack para luego entrarle a “Hotel Yorba”, que es un temazo demasiado divertido en directo. Palmas al aire y fiestón al ritmo de la canción.

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Se nos hizo escuchar algo de The Dead Weather

Sí, Jack White sabe endemoniarse en el escenario, pero tampoco es de hule. Había que ponerle tantita calma al momento y así, llegaron temas más relajados como “Love Is Selfish”, “A Tip From You to Me” y “What’s Done is Done”, ahí nomás para que aquellos que vinieran con el corazón adolorido, cantaran con el sentimiento a flor de piel.

Entonces, llegó el momento de un relax para presentar a la banda. Un aplauso bien fuerte a Daru Jones (baterista), Dominic Davis (bajista) y Quincy McCrary (teclados y sintetizadores) porque, santo cielo, son unos músicos fenomenales.

Luego de introducir a su banda, White nos sorprendió con un tema de The Dead Weather. No es broma: sonó “I Cut Like a Buffalo” y fue un instante inolvidable en esta gira dado que la mayoría de los setlists de shows anteriores, no han incluido rolas de ese proyecto. Tiene sentido que lo haya tocado aquí ya que México fue uno de los países donde TDW tuvo mejor recibimiento.

Hace unas semanas, Jack White estuvo compartiendo fotos de sus proyectos musicales pasados. Por ahí vimos alguna de The Dead Weather. ¿Será una bendita señal de que podría reformar el grupo con Alison Mosshart y compañía? No lo sabemos, pero se vale soñar… más ahora que se están poniendo de moda los regresos en la industria musical.

Bueno, bueno… Regresando al show en el Pepsi Center WTC, las rolas de The White Stripes continuaron con “Little Bird” y “We’re Going to Be Friends”, esta última con dedicación especial de Jack a su telonera, Cat Power. White está encantado de tenerla como acompañante en este paso por México y se le nota en la sonrisa cuando habla de ella.

Lo siguiente que sonó fue “Sixteen Saltines”, esa canción que lanzó en el 2012 con la que nos mostró que su proyecto solista tenía solidez. Y si hablamos de esa época, también hay que mencionar el momento previo a “Blunderbuss” en el que Jack reveló lo mucho que ama tocar en México y sentir la energía de sus fans de acá. De nuevo, la sonrisa en su cara lo dice todo.

Jack White trajo un poco de The Raconteurs y más de The White Stripes para el final

Fiel a la tradición, Jack White y su banda salieron de escena con la mira puesta en el encore. Siempre son bien raros esos minutos porque de una u otra forma, sabemos que regresarán a tocar un poco más. Y es evidente que falta el remate con “Seven Nation Army”, que la gente corea mientras esperaba a que los músicos retomaran posiciones.

Cuando vuelven a salir, Jack improvisa un poco en la guitarra y sus notas se empiezan a convertir en “Steady, as She Goes”. Claro que no nos podíamos quedar sin la canción insignia de The Raconteurs, que en esta presentación se nos dio en una versión más enérgica que de costumbre. Jack pidió que nos agacháramos para que en un breakdown, todos saltáramos hacia el final de la rola. “No tengan miedo, vamos”, dijo White cuando vio que algunos no se agachaban.

Y es que como dijimos antes, el frontman tiene la energía de sobra que ya muchos no tenemos, la neta jeje. Pero con todo y eso, la gente lo siguió para explotar en el momento justo, tal como la canción lo hace en su parte final. Ya se imaginarán la voladera de vasos de cerveza por doquier.

Vino otro despliegue de energía y potencia con “Fell In Live with a Girl”, “What’s the Trick?” (otra de sus joyas de Fear Of The Dawn) y llegó el instante que tanto se coreaba desde horas antes.

“Ciudad de México, no me quiero ir, pero debo hacerlo”, dijo Jack White para irse despidiendo. Después de dedicar el concierto a la capital mexicana y su gente, sonaron las notas de “Seven Nation Army” con la gente haciendo el acompañamiento como era debido. Una vez más, la no muy común sonrisa de Jack White aparecía en las pantallas como señal de que no solo nosotros nos llevábamos un show épico en el corazón.

Y al más puro estilo de las más grandes estrellas de rock de la historia, Jack y su banda acabaron su canción con una muestra muy apasionada de poder sonoro improvisada. Por un momento, parecía que White iba a destrozar su guitarra contra el suelo o contra la batería… No pasó, pero qué más da.

Jack White acaba de dar uno de los mejores conciertos del año en la Ciudad de México y de paso, nos confirmó por qué es uno de los últimos genios del rock. “Te amamos, Ciudad de México”, dijo al final. Él sabe que esto es recíproco.

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Redactor de música, entretenimiento y otras cosas cool en SopitasFM como parte de Sopitas.com. Recién (o ya no tanto) salido de la carrera de comunicación y periodismo de la FES Aragón UNAM. "La música...

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