En 1999, Moby se convirtió en la representación del artista alternativo. Con su disco Play, el músico y compositor presentó que un estilo de música totalmente innovador, se convirtiera en una alternativa para los amantes de la música que ya estaban cansados de la fórmula popera de los 90, pero tampoco querían ceder ante los pocos encantos –porque muchas veces no era divertido– del grunge y sus derivados.
Play le dio a Moby el reconocimiento mundial que todo artista busca en su carrera, pero en un lugar donde no todo puede ser color de rosa. Con menos de 10 años en la cima del éxito junto a un disco que ha aparecido en un sinfín de películas, series, anuncios y programas, también llegó la adicción a las drogas, el alcohol, sexo, ansiedad, depresión y los intentos de quitarse la vida.
En una entrevista con The Telegraph, Moby habló de cómo durante muchos años cedió ante la depresión y varios intentos de suicido. “Una vez leí un artículo sobre una de las maneras en que la gente se mata, que es colocando una bolsa de plástico en la cabeza. Así que también lo intenté. La bolsa olía muy fuerte a plástico. A pesar de que estaba borracho y fuera de mí por las drogas, una voz en mi cabeza me dijo: ‘Tu último momento en la Tierra no será mientras hueles una bolsa de basura’. Así que no funcionó”, comentó con una sonrisa, de acuerdo con el medio.
En otra ocasión durante una entrega de premios en Barcelona en 2002, el compositor de 52 años dijo que después de haber ganado un premio, quiso aventarse por la ventana de un hotel lujoso, pero “las ventanas no abrían lo suficiente”. Todos estos episodios fueron narrados en el libro Porcelain: A Memoir de hace dos años. Sin embargo, todo lo dicho ahí no se acercaba a su peor caída en 2008 revelada en el segundo volumen de su libro.
Hubo un tiempo en que Moby se convirtió, tal cual, en todo un galán e imán de actrices y modelos como Natalie Portman, con quien mantuvo un corto romance que lo puso aún más en la mira de los medios. Tanto Natalie como otros famosos aparecen en la segunda parte de su autobiografía.
Su quinceavo disco de estudio que salió este año, Everything Was Beautiful and Nothing Hurt, no regresó con cada una de las 12 canciones que lo componen, a una época en que Moby puso a la melancolía y el sentido de soledad como protagonistas. Esto no quiere decir que el músico esté en problemas, sino todo lo contrario. Con 10 años de sobriedad y sin ver a la música como una profesión y negocio, comprende en su totalidad el alcance musical de las emociones reales ligadas al sonido.
Play y otros discos como 18 y Hotel, le dieron a Moby el dinero necesario para hacer música por el simple placer de crear algo, recaudar fondos para apoyar los derechos de los animales y poner un restaurante vegano llamado Little Pine… lo que lo llevó a hablar del vegano más famoso del mundo: Morrissey. “Me recuerda a Chris Rock y una parodia en la que habla de un tío borracho y extraño. Todos en la familia están como: ‘Ok… lo amamos pero seguramente va a hacer algo raro. No se acerquen. No conozco a Morrissey. Me gusta The Smiths, algunos de sus canciones en solitario y es bueno que sea vegano… pero estaría mejor que no dijera cosas sin sentido o racistas”.