Por: Elisa García (Barcelona)

Es jueves y empezamos oficialmente el Primavera Sound con la barriga llena y la música en el cuerpo; ya que el festival también ofrece, al lado de la playa y junto a la zona bits (espacio de música electrónica), el restaurante Kauai, donde comimos una deliciosa paella para recargar pilas antes de comenzar la fiesta. De camino a la playa, pasamos por el espacio El Punto, escenario que, semejando una pista de fútbol, está dirigido por el trapero Yung Beef, quien ha seleccionado a todos los artistas asistentes al mismo.

Primera observación que nos recuerda el lema de esta polémica edición del Primavera Sound 2019 (de la que algunos puristas se han retirado); The New Normal, es decir, la redefinición del festival en varios puntos. ¿Uno de ellos? Romper barreras abriendo las puertas a la música comercial, ya que en esta edición se mezclan géneros y se dilapidan prejuicios. No hay cabezas claros de cartel, pues dentro del festival hay artistas legendarios de diversos estilos, tan diferentes que sería demasiado difícil resaltar a unos sobre otros. ¿La apuesta del Primavera? Que cada uno elija el suyo y se organice su propio micro-festival dentro del pop, el rock, el rap, el jazz, el funk o el estilo que más le convenga.

Si algo más quiere definir este New Normal, y por lo que nos sentimos muy orgullosos, es la apuesta completa por la paridad, puesto que, en esta edición, el Primavera Sound ha querido ser pionero en ello, alcanzando 50% de artistas femeninas, tanto en las segundas filas como de cabezas de cartel y pasando por todos los géneros.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Cortesía Primavera Sound

Las mujeres abren la primera jornada del festival: Una oda al punk de Las Odio y Dream Wife

Haciendo honor a esta nueva apuesta del Primavera Sound empezamos los conciertos a las 16:40 del jueves con el grupo nacional Las Odio, que debutaron en 2017 con el álbum Futuras esposas (con temas tan divertidos como “Cuarto propio”, haciendo referencia a Virginia Woolf, o “Blackout”), y que nos han sorprendido este año, otra vez, con su nuevo LP Autoficción.  

Estas cuatro jóvenes activistas, con un estilo a lo punk-yeyé/riot grrrl, nos dejan claro que no tienen pelos en la lengua para decir verdades tales como las que cantan en indiespañol, donde hacen una crítica descarada y audaz sobre el machismo que se respira en el mundo de la música nacional, con versos como:  “Yo no soy la novia, no soy la amiga, no soy la prima ni la vecina / deja de buscarme, no estoy en la lista, mira mi pulsera, yo soy la artista”. Creo que todos sabemos de lo que hablan.  Como el grupo “principiante” y nacional que son, tocaron demasiado pronto en el festival, una hora difícil para que mucha gente las vea. Sin embargo, los que se atrevieron a adelantarse, mientras los más rezagados aún llegaban al festival, no quedaron decepcionados ya que la banda animó al escaso público, que las acompañó hasta el final.

A las que nos gusta el punk y especialmente el punk en femenino, también lo hemos tenido fácil en este festival, ya que tenemos punk rock de mujeres de todas las edades y procedencias.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Las Odio en Primavera Sound. Foto: Eduardo Landeros

Dejamos a Las Odio y nos dirigimos al concierto de las londinenses Dream Wife, también en escenario pequeño y a primeras horas de la tarde del Primavera Sound. El horario no amedrantó al grupo teen de punk-rock, que agitó al publico haciéndonos bailar y gritar con temas como “Somebody” o “Hey Heartbreaker”. Éramos pocos, pero no dudábamos en unirnos a su fiesta. Arrogantes y rebeldes, las islandesas-londinenses nos desafiaban desde el escenario con su carisma, la bajista se sentaba divertida en el altavoz como si de su cama se tratara, mientras la guitarrista saltaba y guiaba al público, incitándonos a la locura. No olvidemos que Dream Wife comenzó como un proyecto de clase en la facultad de Brighton, lo que son ahora es un torbellino que pronto se situará entre los grupos destacados de la escena punk-rock.

Dos primeros conciertos y el New Normal ya me agita la sangre al empezar el festival con ecos de Le Tigre y Bikini Kill redoblando en mi cabeza. Bad bitches to the front!

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Cortesía Primavera Sound

Mac DeMarco y Courtney Barnett incendian la primera jornada del Primavera Sound

Con este subidón femenino en vena nos dirigimos impacientes a Mac DeMarco, que empieza a las 20:30 en Mordor, zona de los escenarios principales que, como su nombre coloquial indica, es la más alejada del recinto (17 escenarios de Primavera Sound necesitan de muchos metros cuadrados en los que situarse). Cabe remarcar que este año hemos tenido la suerte de que la cubran con césped artificial. Nuestros pulmones y pies cansados os lo agradecen, Primavera.

Empieza a ponerse el sol y, cerveza en mano, esperamos mientras la brisa del mar nos roza la cara apaciguando los nervios. Se encienden las luces, cortan la música y aparece el rey del lo-fi. El canadiense nos sonríe con la mella en la que se coloca los cigarros, nos dedica su clásico “God Bless You” y arranca con los primeros acordes de On the level” del álbum This Old Dog. Trabajo en el que ya comenzamos a presenciar a un Mac más maduro, que se aleja de las florituras, para mostrarse, si cabe, más nostálgico y con un lirismo más melancólico y sensible.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Eduardo Landeros

Parece que su último trabajo, Here Comes The Cowboy, sigue el mismo patrón. DeMarco nos obsequia con canciones de estos dos últimos álbumes, “My Old Man” (en la que nos habla de su preocupación por parecerse a su padre), “Choo Choo” (que anima al público durante el concierto), “Nobody” o “All of Our Yesterdays”, que, si bien podría ser una canción de alguno de sus anteriores trabajos, no deja de ser única y conseguida a la vez. Pero tranquilos, no todo va a ser melancolía. El que nos sorprendió hace dos años con una jam de más de 5 minutos, mientras se quemaba, semi-desnudo, los pelos del culo encima de un altavoz, no ha perdido su esencia; Mac corrió alrededor del escenario, dio volteretas frente a las cámaras, nos contó dónde se alojaba, y no olvidó confesarnos sus vicios con canciones tan míticas como Ode to Viceroy”, en la que nos revela “’Cause oh, honey, I’ll smoke you ‘til I’m dying” o “Cooking up Something Good”.

Tampoco olvidó hablarnos de su libro preferido: La Biblia. El bueno de Mac, siempre controvertido. Si tuviéramos que recrear una imagen del canadiense, sería la del bufón que disfruta con nuestras risas y el buen rollo, que se apodera del público y del escenario, y que desentraña la música con su banda a base de sintetizador e improvisaciones de guitarra. Sería esa figura que, al más puro estilo cowboy, se pierde en una nube de humo de cigarrillos, para, sin perder su ligereza, desnudarse emocionalmente ante nosotros. Ya más que enamorados, tocó temas más conocidos como “Salad Days”, “Freaking Out The Neighborhood” o “My Kind Of Woman”; para despedirse con la mítica” Chamber of Reflection”,  Esperemos que hasta pronto. Siempre es un placer verte, Mac.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Eduardo Landeros

Con una sonrisa de oreja a oreja salimos del concierto y, apenas nos da tiempo a poner un pie fuera de la multitud, arranca en el escenario de enfrente una potente Courtney Barnett. Corro, tirando al aire valiosos centilitros de esa cerveza de festival que se consume por sed más que por gusto, y que sale al módico precio de 4 euros, 5, si no tienes vaso.

La australiana empieza con la sesentera “Avant Gardener”, mientras “It’s a Monday it’s so mundane” inunda la primera noche del Primavera Sound. Nos saluda con un ¡Buenas noches!, en castellano e inmediatamente después, comienza con temas de su último trabajo: Tell Me How You Really Feel. Bajo luces rojas afines a su última portada, nos deleita con “City Looks Pretty”, en la que, con voz ronca, nos recuerda: Sometimes I get sad, it’s not all that bad mientras nos sonríe socarrona. Se pasea por el álbum rugiendo con su guitarra y tocando temas como “Nameless, Faceless” (en denuncia a las violaciones), “Charity” o la desgarradora I’m not Your Mother I’m not Your Bitch”, que atruena acompañada por una voz gutural estremeciendo los altavoces del escenario Pull & Bear hasta convertirlos en polvo.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Courtney Barnett en Primavera Sound 2019. Foto: Eduardo Landeros

Y es que, si algo está claro, es que Courtney no necesita de artificios para comerse el escenario, sin coreografías ni audiovisuales, sobria tanto en su look grunge como en el espectáculo, se basta con su maestral manejo de la guitarra, su banda, un tanto de distorsión y su nuevo pelo punky.I get my haircut, I feel the same”, nos cantará minutos más tarde en su nuevo tema “Everybody Here Hates You”, en el que Courtney no tiene miedo de hablarnos de cuánto se juzga a sí misma de manera desenfadada. Nunca una crisis existencial había sido tan distendida.

La cantante con cara de niña y fuerza de rockera no parece despertar a un público un tanto impasible, que me mira entre divertido y sorprendido, cuando grito y salto con las canciones de su álbum debut Sometimes I Sit and Think, and Sometines I Just Sit, álbum que le brindó en 2015 el premio a mejor artista revelación y que nos trae temazos como “Elevator Operator”, la provocadora “Nobody Really Cares If You Go to The Party”, y su gran hit, con el que cerró el espectáculo, “Depreston at Best”, en el que se me dispara la adrenalina y salto regalándole la poca voz que me queda: “Put me on a pedestal and I’ll only disappoint you, Tell me I’m exceptional, I promise to exploit you, Give me all your money, and I’ll make some origami, honey, I think you’re a joke, but I don’t find you very funny…”. Gracias Courtney, no me equivoqué al ponerte en el pedestal.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Cortesía Primavera Sound

Acaba el concierto y aún excitados por el huracán Courtney volvemos al escenario Seat, pues dentro de Mordor nos movemos de un escenario a otro cual pelotas de tenis en una cancha en la que los tenistas son los artistas.

Punto para la música comercial:  Charli XCX arrolla a los siempre estáticos de Interpol

Nos encontramos en el Seat con los rockeros Interpol, míticos de los 2000, que nos recuerdan al post-punk de grupos como Joy Division. Los neoyorquinos no necesitan resucitar a Ian Curtis para despertar a sus fieles seguidores, ya que con su larga trayectoria han logrado crear su propio estilo. Una multitud, de edad más avanzada de la que veríamos en los siguientes días del festival, corea canciones más antiguas del grupo como PDA”, “Say Hello to The Angels” u “Obstacle 1” junto a un Paul Banks que, como ya es tradición, no se quitó las gafas a lo largo de todo el concierto. Interpol deleitó a sus fans con un amplio repertorio de temas de casi todos sus álbumes como “Evil”, “Rest My Chemistry”, o de su último trabajo: “If You Really Love Nothing”. Concierto perfecto en ejecución, pero neutro y sin grandes sorpresas.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Foto: Eduardo Landeros

Abandonamos Mordor, diciendo adiós a una Erykah Baduh que no despierta demasiado interés entre el público, y nos dirigimos a Dirty Projectors, que tocan pasada la media noche en el escenario Ray-Ban. A pesar de las ganas y la expectación que tenía por ver a este camaleónico grupo, los anglosajones no cumplieron expectativas, un escaso público se esparcía por los alrededores mientras la banda daba un concierto correcto, pero no demasiado relevante en la historia del festival. Tocaron dos veces en estos tres días de Primavera Sound, la otra en el Auditori (sala cerrada), esperemos que allí transmitieran más de los que nos transmitieron a nosotros.

Aprovechamos lo mustio del concierto del grupo de break-thru para comer algo rápido y cambiar completamente de registro, pues nuestro interés no era montarnos nuestro micro-festival de rock dentro del Primavera (que podríamos), sino movernos por los diferentes estilos de música aprovechando la oportunidad de ver artistas tan dispares en un mismo cartel. Así, ya casi a las 2 de la madrugada, nos dirigimos al escenario Primavera para ver a la diva del pop Charli XCX, que nos sacaría del sopor del grupo anterior haciéndonos bailar con temas tan comerciales como “Boys”, “Girls”, “Night Out”, “1999” (con la que concluyó el concierto) o la versión de “Wannabe” de las Spice Girls con la que algunas volvimos a nuestra infancia más popera. La inglesa se jactó de todo un show, bailando por el escenario, interaccionando con los asistentes y agitando a un abundante público (más joven que en los escenarios anteriores), invadido por la alegría y la fiesta Queer. Las plumas coloreadas, los brillos y las lentejuelas que vestían a los espectadores se agitaron todavía más, si es que era posible, cuando la cantante de Christine and The Queens salió al escenario para unirse a Charli y cantar Gone, una fantástica sorpresa.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Charli XCX y Christine And The Queens en Primavera Sound 2019. Foto: Cortesía Primavera Sound

Si algo caracteriza al Primavera Sound es no dejarnos ni un segundo para respirar, pues el cartel es muy amplio y entre la multitud, los solapes, y las largas distancias, hay que apresurarse si queremos intentar ver al menos dos tercios de los conciertos a los que teníamos planeado asistir. De esta forma, volvemos al escenario Ray-Ban para ver a FKA Twigs, que acaba de empezar. Lo cierto es que puede que en esta edición el festival no haya acertado con los horarios y los escenarios, ya que Tahliah Debrett Barnett no nos impactó tanto como pensábamos.

Nos unimos al publico sentado en las gradas que hay detrás de la pista para contemplar el show conceptual que nos muestra la británica, más cercano a una obra de teatro que a un concierto. Si bien se trabaja la imagen, la coreografía con múltiples bailarines, la escenografía y el cambio de vestuario; el espectáculo no me parece tan impactante como había imaginado. Cantó éxitos como “Two Weeks”, “Water Me” o “Cellophane” con su, eso sí, hipnotizante voz. Logró una realización perfecta que a mí, particularmente, me dejó un poco fría, quizá porque ya eran las 4 am. cuando concluyó el show.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
FKA Twigs en Primavera Sound 2019. Foto: Cortesía Primavera Sound

Un poco cansados de vitorear y bailar como si no hubiera un mañana, deambulamos por los escenarios en busca de otros grupos que nos interesen. Cruzamos la eterna pasarela que nos lleva a la zona Bits para acercarnos al escenario Lotus, ya en la playa, en el que nos quedamos un rato a ver a los de electro-dance; Maribou State que están bien acompañados por una marabunta de los de su misma nacionalidad, ingleses.

Tras observar desde lejos un par de canciones decidimos ir a ver a la mítica Nina Kraviz, dj, productora y cantante rusa. Nina parece motivar al público, pero nosotros estamos demasiado cansados y no se nos contagia su techno-house. Pasadas las 5 de la mañana decidimos que una retirada a tiempo es una victoria y decidimos volver a casa uniéndonos a la marea de zombies que buscan taxi, metro o cualquier forma de transporte que los lleve a casa. “¡Mañana más y mejor!” decimos, aún con el buen sabor de boca de los conciertos del primer día.

Definiendo el Primavera Sound 2019: La paridad y el concepto del 'New Normal'
Nina Kraviz en Primavera Sound. Foto: Cortesía Primavera Sound

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