¡Así de rápido! Ya es por todos sabido que de unos años pa’acá el puente de marzo se celebra el Vive Latino dejándonos dos días de música increíble, gran ambiente, calorcito rico, chelitas y muchas canciones de ayer, hoy y siempre coreadas por miles de personas.

Nos da gusto ser los primeros en decir que año con año este festival ha mejorado y se ha superado en muchos aspectos; esto lo aplaudimos y agradecemos mucho, pero hay otras áreas en las que aún es un poco débil, que puede -y debe- mejorar, para lograr una experiencia sin saldos negativos. Acá lo que más nos gusto y lo que no tanto del Vive Latino 2018:

Lo que rifó

Más bandas emergentes

Lo primero que se aprecia es hay muchas más bandas ‘chiquitas’ que la están rompiendo en la escena musical independiente en nuestro país. Para los que vivimos en la capital, puede que no lo veamos como algo grande, pero honor a quien honor merece: Vaya Futuro, Sierra León, El David Aguilar, Gran Sur y más propuestas interesantísimas llegan a oídos de muchos que no tienen la fortuna de tenerlos cada fin de semana en foros locales ¡Gran aplauso para el Vive!

Bandas Internacionales

Aunque en el nombre está la cruz, si tanto estamos luchando por romper barreras y (literalmente) muros, la neta, sabemos que el corazón de este festival es latino pero que también hay mucho espacio para celebrar la música de otras escenas, otras culturas y otras naciones; sobre todo cuando son de la calidad de Morrissey, Noel Gallagher,  Gorillaz, Queens Of The Stone Age o Pussy Riot. La neta ¿como para qué nos quejamos? Vive Latino, nos cerraste la boca.

noel-gallagher-vive-latino-18

Islas para descansar

Si no es su primera vez en un Vive Latino, tal vez pudieron notar que en esta 19na edición tuvieron más consideración para los que pasamos casi 8 horas bajo el sol, poniendo más espacios de descanso por todos lados; con mesas de tablón y carpitas, la neta se rifaron pensando en nosotros.

Agua gratis

¡Básico! Esto se agradece ¡y un chingo! El primer día, mucha gente compró sus bolsitas para rellenar agua, y al segundo muchas más trajeron ya sus termos, anticipándose a esta gran oferta del festival ¡Muy bien Vive Latino!

Agua Gratis en el Vive Latino 2018

Lo que no rifó, na-di-ta

La pulsera como único método de pago

Organizas un festival, más de 120 mil personas se darán cita durante dos días para disfrutar de las mejores bandas que existen en la actualidad.  Todo marcha de maravilla y ¿decides que la única forma en la que la gente puede comprar alimentos y bebidas es mediante una pulsera, que primero debes conseguir y luego depositar dinero, comprar así sea una botellita de agua?  Sabemos que esta, es la última tendencia en muchos festivales alrededor del mundo, y que esto puede ser mucho más conveniente para el control del festival, pero forzar a todas las personas -que en muchos casos pasamos más de 12 horas por dia en el festival- a conseguir, cargar y meter su dinero a una pulsera para comprar alimentos y bebidas, raya en lo abusivo.

A eso, habrá que sumar el inconveniente de no poder hacer recargas previas a la mentada pulsera desde casa, lo cual,  no solo nos dejó un único método de pago, sino también un único método de carga: largas filas, un calor a punto, y de vez, en vez, vendedores abusivos que pasaban dos veces tu pulsera pa cobrarte el doble.    De nueva cuenta, celebramos la tecnología y la modernización de los festivales, pero ¿hubiera sido tanto problema si de todos sus puestos hubieran destinado el 80% a su pulsera y que el 20% restante hiciera transacciones con métodos de pago tradicionales y así dejar que la gente eligiera?

La inseguridad

Dicen que los festivales suelen reflejar lo que ocurre en cada ciudad, y desgraciadamente,  el Vive Latino no se salvó de los carterazos y bolsazos, que estuvieron a la orden del día -y de la noche-. ¡levante la mano a quién le dieron baje!  Sabemos que el festival hace lo posible por garantizar la seguridad de los asistentes y eso se agradece, sin embargo, son ya varios festivales en donde de a tiro con viaje, las bandas de carteristas (y sobre todo de roba celulares) hacen de las suyas, aprovechando el baile, el slam, la multitud y sobre todo, haciéndose pasar por personas borrachas, para dejase caer sobre uno y ahí, robar los celulares sin que nos demos cuenta.

El gandallismo

ELa neta, podremos decir mucho de la organización, falta de seguridad, métodos de pago, etcétera, pero la neta no nos hagamos: gran parte del festival lo hacemos nosotros. Vender cosas que son gratis, que te cobren 200 varos por chela -y no poder hacer nada al respecto-, que viendo a Morrissey te b0lseen el celular, apilarte y empujar a todo el que esté a tu paso (incluso a niños) para salir corriendo al otro escenario y “echar desmadre”, etc., todas estas cosas caen en nuestra cancha y la de nadie más. Tengamos consciencia que un festival de música es para pasarla bien, no para hacer que el resto de la gente la pase mal,; es para conocer música nueva, no para hacerte de tu agosto vendiendo cosas -o peor, robándolas-; es para que niños puedan ser parte de la escena musical en México y enseñarles que es responsabilidad de todos hacer un espacio amigable y seguro para que todos podamos disfrutarlo.

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