A finales del año pasado dimos la noticia de la demanda que el músico David Lowery, miembro de Cracker y Camper Van Beethoven, había puesto en contra de uno de los servidores de streaming con más apogeo actualmente, Spotify. Una demanda que se suman a varios descontentos más con un factor en común, el abuso de los derechos de autor sin pagar las regalías correspondientes.
Esta ocasión el caso es el mimo, se trata de la músico Melissa Ferrick, oriunda de Massachusetts, quien acusa a Spotify por haber dado en reproducción su música aproximadamente un millón de veces sin la disposición y requisitos necesarios, lo cual la llevó a tomar cartas en el asunto y demanda por unos 200 millones de dólares.
Y sí, aunque pensáramos lo contrario, estos ‘golpes’ pueden ir acabando poco a poco con la paciencia de Spotify y mucho se augura que el servicio pueda tener cambios radicales dentro de su programación como la conocemos habitualmente. En diciembre del año pasado la compañía sueca detalló que están considerando liberar ciertos álbumes exclusivamente a usuarios que estén contratando el servicio, lo que haría que cambiara radicalmente al servicio gratuito donde nos chutamos un buen de comerciales.
Estas demandas se suman al desapego de algunos artistas a estos servicios de streaming como Taylor Swift o hasta Radiohead, donde más allá de denotar que es un servicio que saca beneficios a través del arte, también cuestionan las calidades de sonido y de servicio.
Así que pues esto puede ser el desequilibrio de Spotify, que a pesar de tener hoy en día un poder inminente no lo priva de que tenga que hacer algunos cambios para garantizar que la aplicación siga con vida, así que habrá que ver.