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Muy probablemente ya viste ese video donde Steve de Las Pistas de Blue regresa para ver cómo estamos después de 25 años y para platicarnos todo lo que hizo desde que se fue del programa. De paso nos hizo llorar de emoción y ver que efectivamente nos ha pasado de todo en este tiempo, ¿soy yo o siento que ni siquiera era necesario haber visto el programa para sentir el golpe de emoción?
El punto aquí es que todo este revuelo de nostalgia nos hizo recordar que hace algunos años Steve Burns (así se llama el actor) grabó un gran disco de noise pop que tuvo una gran recepción… ¡Y que los Flaming Lips le ayudaron!
Todo comenzó justo cuando dejó Las Pistas de Blue en 2002. Steve se dio cuenta que tenía todo el tiempo del mundo y de dinero no estaba nada mal. Imagínense, fue la cara por muchos años de uno de los programas infantiles más famosos, era joven y el mundo estaba lleno de posibilidades para él.
Era un nuevo comienzo y podía hacer con su vida lo que quisiera… ¿Qué quiso hacer? Convertirse en músico.
Tan pronto como terminó de grabar el último episodio, llegó a su casa y se puso a trabajar en su primer disco. Se armó unos demos y como cualquier otro músico a principio de milenio, se puso a ver quién quería producirlo.
Las ventajas de tener todo el tiempo y dinero del mundo
Inmediatamente Steve se vio rodeado de disqueras que querían hacer el disco “del tipo que salía en Pistas de Blue”, algo que no quería él porque realmente deseaba hacer música por el placer de hacerlo, no por encontrar fama o dinero, ¿pa’ qué?
Fue por esa razón que se decidió por la disquera PIAS America, quienes colaboraban con The Flaming Lips, banda de la que Steve es muy fan. Fueron muy honestos con él, le dijeron que escucharon sus demos esperando reír, pero se sorprendieron al ver que había algo interesante ahí.
En cuanto empezaron las grabaciones, se dieron cuenta de que iban a necesitar ayuda de profesionales para aterrizar todas las ideas, por lo mismo le hablaron al productor de The Flaming Lips para que ayudara en todo el proceso y de paso la misma banda hizo colaboraciones en el disco, especialmente Steven Drozd quien estuvo presente a cada paso y participó directamente en muchas canciones.
Steve cuenta que durante esos días, había momentos en los que se tenía que encerrar en un cuarto lejos de la banda para reír y brincar de gusto por tener la oportunidad de grabar con sus ídolos.
El resultado de esta aventura es un disco llamado Songs for Dustmites que fue muy bien recibido por la crítica aunque hay quien dice que “sólo es bueno por su colaboración con The Flaming Lips”.
Lo cierto es que es una gran historia. Y el sencillo más sonado de Steve, Mighty Little Man, es ahora el tema de la serie Young Sheldon.