Inicio de semana y aquí está Antitendencias Sonoras, el espacio en el que nos dedicamos a compartir aquellos proyectos musicales que muestran una estética distinta a la música meramente comercial o popular, y que por ende, difícilmente escuchamos a través de los principales medios de difusión como la radio y televisión, pero que su música está ahí, a tan sólo unos clicks de distancia en el enorme universo del internet.
Porque hay que tener en cuenta que la música es un lenguaje infinito y por lo tanto sus expresiones también, tan sólo hay que quitarnos los prejuicios y escuchar atentamente, abrirnos totalmente y dejar que la música cause en nosotros lo que a primer escucha nos haga sentir.
Esta ocasión hablaré de Ulises Conti, músico y compositor argentino que a decir verdad hace poco descubrí pero que me dejó perplejo al observar cuánto material ha publicado sin estancarse en un género en específico, guiado por la experimentación y por la búsqueda de conceptos claros entre lanzamiento y lanzamiento.
Ulises Conti nació en Buenos Aires en 1974. Considerado como uno de los compositores argentinos y artistas sonoros más prolíficos del momento, ha trabajado en el campo de las artes visuales, el cine y las artes escénicas. Su talento lo ha llevado a ser artista residente en Estados Unidos, a trabajar en diversos proyectos en Alemania así como presentaciones por toda América, Asia y Europa dentro de los más prestigiosos museos, galerías y festivales.
Si uno indaga en su vasta producción se puede encontrar con muy interesantes lanzamientos conceptuales, como Small Concerts for an Audience of One , donde un músico toca para un sólo espectador. El disco con el que yo lo conocí fue Los Griegos Creían que las Estrellas eran Pequeños Agujeros por Donde los Dioses Escuchaban a los Hombres, una increíble compilación de 27 canciones que nos acercan a una delicada expresión muy apegada a la música ambient y la composición contemporánea con algunos tintes minimalistas.
En el 2003 lanzó su primer álbum Iluminaciones, el cual lo posicionó de inmediato entre los compositores contemporáneos más destacados en Argentina, lo que le llevó a recibir múltiples invitaciones para colaborar tanto con otros compositores como en otras disciplinas como el teatro, el cine, instalaciones e intervenciones de audio.
En sus composiciones se escucha cierta disonancia muy inspirada en el lenguaje de Erik Satie. Inspirado en la literatura, en el cine, el teatro, etc. uno puede perder gran parte del tiempo en su página oficial y observar diferentes proyectos que ha desarrollado a lo largo de su carrera profesional. Desde colaboraciones con diversos artistas como algunos pasajes que nos muestran el romántico mundo que lo rodea y que plasma con tanta delicadeza a través de sus dedos.