Y tú, ¿por qué amas a tu mamá?
Se acerca el 10 de mayo, fecha en la que casi de forma automática todos nos acordamos que tenemos o tuvimos madre (bueno, a los árbitros, a los sopibecarios y a los conductores de microbuses se la recuerdan más seguido).
Si nuestra mamá aún vive lo común es que ese día le compremos algún regalo, comamos con ella y en la tele nos chutemos por treintava vez la película mexicana Corona de Lágrimas. ¿A poco no la han visto? Es de chillar, les dejamos el trailer pa’ que se piquen:
Puro p”#$he sufrimiento.
Tampoco faltará quién ese día también sorprenda a su mamacita con un arreglo floral o por qué no, hasta le lleve mariachis. Todo esto está muy bien y aunque no lo crean, la mayoría de las jefas valora mucho este tipo de detalles. El problema, y esa es la reflexión a la que queremos llegar con este texto, es que hacemos esto como un ritual pero no nos detenemos a pensar en el verdadero valor que tiene esa mujer a la que tenemos la dicha de llamar “mamá”.
No pretendemos echarte un choro moral, pero sí hacer un recuento de esas cosas que a lo largo de nuestra vida nuestras mamás han hecho por nosotros, y que quizá no valoramos o las tomamos como parte de la rutina, sin ver que detrás de muchas de sus acciones hay un gran sacrificio y amor.
Como no queremos ponernos sentimentales y que esto termine pareciendo una nota Ternuringa, les compartimos estas 35 cosas por las que nuestras mamás son lo mejor que nos pudo haber pasado.
Tienes que celebrar a tu mamá porque:
1. Porque nos llevó en el vientre 9 meses (sí, suena fácil y hasta choteado, pero a ver, carguen 3 kilos todo el día), además de las nauseas que sufrieron durante el embarazo.
2. Porque al menos durante año y medio no pudo dormir una noche de corrido, pues se levantaba a darte la mamila y a cuidarte cada que llorabas.
3. Porque nos limpiaba el trasero durante los primeros años de nuestra vida, y probablemente nadie vuelva a hacerlo (al menos con amor).
4. Porque se sopló una cantidad de números infumables en el Festival de Día de las Madres de tu escuela, con tal de verte bailar (mal) durante unos minutos en tu traje de charro-calaca-flordeprimavera junto a los compañeritos de tu grupo.
5. Por las veces que se quedó a cuidarte mientras dormías para que no tuvieras pesadillas.
6. Porque decía que tus regalos eran los mejores y que siempre le gustaban, a pesar de que casi siempre eran una porquería.
7. Porque en algún cumpleaños, Navidad o 6 de enero, te sorprendiste al encontrar el juguete que querías, y que además de caro, estaba agotado.
8. Por las veces que dejó de comprarse algo que ella quería, porque siempre prefería gastar su dinero en ti, snif.
9. Porque el día que te ganó en la escuela, fue a ayudarte y no te juzgó por lo ocurrido.
10. Porque algún domingo en la noche tuvo que salir corriendo a conseguirte la monografía que tenías que llevar al otro día al escuela, y de la cual no te acordaste sino hasta la mera hora.
11. Por las veces que se sentó a tu lado a ver las caricaturas y tuvo que aprenderse el nombre de personajes y toda su historia fantasiosa hasta volverse una experta.
12. Por tus berrinches sin sentido que te aguantó.
13. Por la creatividad que tenía para de la nada, hacerte un disfraz de forma urgente pues para variar, le avisaste que lo necesitabas apenas un día antes.
14. Porque te pagó la escuela a pesar de que eras un burro y no dabas una.
15. Porque te decía que eras guapo aunque estuvieras gordo, lleno de granos y tuvieras la cara grasosa.
16. Por todas las veces que intercedió ante tu papá para que te dejara regresar más tarde de la fiesta.
17. Porque no importaba qué tan pesado hubiera estado su jornada, ella siempre tenía tiempo para escuchar cómo había estado tu día.
18. Porque no dijo nada el día que te cachó esas revistas de muchachas sin ropa, y se conformó con aceptar que “son cosas de la edad”.
19. Porque siempre que iba al súper, nunca se olvidaba de traerte tu cereal favorito, un pequeño dulce o lo necesario para preparar tu comida favorita.
20. Porque fingía creerte cuando le decías que el olor a cigarro que traías en la ropa era porque todos tus amigos (menos tú, obviamente) habían estado fumando. Lo mismo cuando llegabas cayéndote de borracho y decías “estoy bien, sólo me tomé una cerveza, yo creo que me la dieron adulterada”.
21. Porque muchas de ellas también tuvieron que hacerla de papás y jamás se quejaron por hacer doble chamba.
22. Por las veces que sin reclamarte, lavaba tus uniformes del fut llenos de lodo, sangre y sudor, tan sólo para que un par de días después los trajeras igual o más mugrosos.
23. Porque aunque odiara a tu novia(o), frente a ella (él) fingía que le caía bien.
24. Por las veces que te prestó dinero sabiendo de antemano que no le pagarías.
25. Porque siempre que no encontrabas algo ella decía“Si lo busco y lo encuentro ¿qué te hago?” y pues bueno, ahí estaba en nuestras narices.
26. Por todas esas veces que se desveló ayudándote a estudiar o con alguna tarea… sí, hasta de matemáticas.
27. Porque la primera vez que se llevaron tu auto al corralón ella te acompañó a sacarlo y hasta te prestó dinero.
28. Porque no importaba qué problema tuvieras, sus consejos siempre tenían te daban la solución o por lo menos te hacían sentir mejor.
29. Porque a pesar de no agarrarle bien la onda a Facebook, cada que puede te chulea en las fotos que subes o le da Like a todas tus publicaciones (aunque a veces te dé oso weeeee).
30. Porque sólo ella puede criticarte, pero cuidado y otra persona se atreva a hacerlo.
31. Porque no importan las veces que la decepciones o fracases, ella siempre será tu más grande fan y te verá guapo, inteligente y como un partidazo.
32. Porque a pesar de tener un mal día en la escuela o en la chamba, su rica comida era suficiente para devolverte los ánimos y ponerte de buenas.
33. Por todas esas veces se quedó despierta esperando a que llegaras de la fiesta, y aunque te regañaba cuando finalmente entrabas a la casa, en realidad estaba feliz por ver que habías llegado sano y salvo.
34. Porque ella terminó haciéndose cargo del perrito que te dejaron tener “con la condición de que lo bañes, le limpies sus gracias y lo alimentes”.
35. Por esos domingos cuando la despertabas muy temprano “porque querías ver el programa de Chabelo” con ella.
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Y estos son sólo unos pocos de los muchos motivos por los que debemos valorar a nuestras mamás. Ojalá y estos puntos, además de servirnos para la añoranza y la melancolía, nos ayuden a valorar a esas mujeres que siempre han caminado a nuestro lado, y que aunque no siempre lo tengamos presente, darían hasta su vida por nosotros.
Dedicado con mucho cariño a todas las mamás. ¿Y ustedes, por qué aman a sus mamás?