Luego de los ataques armados ocurridos la noche del domingo en distintas zonas turísticas del puerto de Acapulco, al menos un centenar de escuelas de nivel básico y medio superior dieron por suspendidas sus clases.
Pues a ver si no les ponen falta, ya que el propio gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, aseguró que la cosa no fue para tanto y, desde ayer lunes, ya todo volvió a la normalidad. Nomás fue el puro sustito y la paranoia de la gente. Astudillo no alcanza a comprender por qué los del puerto se ponen tan fresas, si…
“En Acapulco ha habido hechos más fuertes que lamentablemente han causado dolor en familias. El de ayer fue aparatoso, con mucha información que no era la realidad. Nos parece que es una alerta de una delincuencia decidida a todo, y nosotros estamos decididos a enfrentarla”.
Al paro de labores se sumaron unidades de la Universidad Autónoma de Guerrero, así como instituciones privadas… ya que, pese a que autoridades federales y estatales aseguran que la cosa está bajo control, lo del domingo fue la cereza del pastel que se viene horneando desde meses atrás. Basta decir que más de 300 personas han sido ejecutadas en lo que va del año.
Rompiendo su voto de silencio (en lo que a cuestiones de violencia se refiere) Astudillo señaló en conferencia de prensa que, el temor con que se propagó la información de lo ocurrido el domingo, es señal del interés que tienen los criminales por desestabilizar su inestable gobierno. O sea, no ha bronca: los hechos “se sobredimensionaron”… incluso ellos todo ya “se veía venir” a raíz de la detención de Fredy del Valle Berdel,”El Burro”, líder del cártel independiente de Acapulco. ¿Entonces por qué no se tomaron precauciones para que la cosa no fuera tan aparatosa?
Otro que también tomó una actitud relajada ante los hechos fue el comisionado de la Policía Federal en Acapulco, Enrique Galindo, quien, asegurando que se reforzará la seguridad (ahora sí), pidió a los acapulqueños y turistas continuar como si nada.
“Por lo pronto también está en manos de Acapulco y los acapulqueños hacer caso de lo que estamos haciendo, salir a las calles, regresar, tuvieron un fin de semana, fuera de este evento, un fin de semana espléndido con turismo no siendo puente”.
Retomando el discurso gubernamental, Galindo pidió “seguir hablando bien de Acapulco”, ya que “hay motivos para hacerlo”… seguro: poca gente resiste tanto, lo cual habla ¿bien? de la población. Quizás esto aplica no sólo para el puerto, sino para distintas regiones del país.