El nivel de violencia en que se encuentra el país no sólo puede determinarse por el número de muertos que diariamente se reportan en medios, también están hechos que suceden en el día a día. Como el caso sucedido en Veracruz, donde las agresiones llegaron a niveles tarantinescos… y todo por un lugar de estacionamiento.

En redes circula un video en el que se puede ver a un sujeto “paseándose” con un cuchillo incrustado en el ojo. El asunto no fue accidental, sino producto de una agresión cometida por un hombre con quien el susodicho discutió aguerridamente por… un lugar para dejar el auto. Así es amiguitos… el buen hombre que ven en imágenes perdió su ojo por pelear por el cajón de estacionamiento de un centro comercial.

De acuerdo con El Universal, los penosos hechos ocurrieron en el centro comercial ubicado en la colonia Floresta, en el puerto de Veracruz. Como seguramente ya suponen, nomás por lo dicho hasta ahora, al parecer los lugares de estacionamiento estaban escasos… o quizás nomás se encapricharon por uno en especial. El caso es que las dos personas querían a fuerzas utilizar el mismo lugar de estacionamiento y, en lugar de arreglar todo con un justo volado merenguero, comenzaron la discusión a palabras y, pa’ pronto, llegaron a los golpes.

Pelea por un lugar de estacionamiento
Captura de Pantalla

Desgraciadamente, el asunto no acabó en un “tirito” legal. Según el testimonio de algunas personas, al ver que ya le estaban dando vuelta y gacho, uno de ellos sacó un cuchillo y ¡moles! directo al ojo del sujeto identificado como Domingo Muñoz quien, todavía con el objeto incrustado en el ojo, siguió el intercambio de palabras con su agresor.

hombre-cuchillo
Foto: Especial

Al lugar tuvieron que llegar elementos de la Marina y de la policía estatal, quienes detuvieron al sujeto que desenfundó el cuchillo, identificado como trabajador de Bimbo. Por su parte, Domingo fue trasladado al hospital, donde le fue retirado el cuchillo. Según los reportes, el objeto punzocortante atravesó la cavidad orbitaria izquierda, la cavidad nasal y llegó hasta la parte inferior del ojo derecho.

Y todo por un pin#$%e estacionamiento. “Tan contento que venía hoy, chinga”, lamentó Domingo.

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