Cosas que pasan en el AICM —además del despapaye que hay por la prohibición que tienen las apps como Uber de recoger pasaje en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de CDMX—, pues un avión tuvo que retachar tras ser impactado por un rayo.
De acuerdo con el AICM, regresó sin contratiempos y con precaución a CDMX —por protocolo, cuando pasa esto se debe revisar el sistema de navegación del avión en cuestión.
Un avión tuvo que regresar al AICM tras impacto de un rayo
Se trató del vuelo 404 que iba a Nueva York y que regresó al AICM a las 9:33 de la noche del 5 de julio, con la promesa de que pronto retomaría su camino.
Al menos es fue lo que compartió el AICM casi al filo de las 11 de la noche, sugiriendo a la gente que buscara a la aerolínea —o sea, Aeromexico— para más detalles.
Si bien estos estos impactos no son algo extraordinario —y a veces pasa que ni la misma tripulación ni pasajeros se dan cuenta—, por protocolo de operación aeronáutica, cuando un rayo impacta sobre un avión debe haber una revisión de control en tierra para confirmar que todo está ok con la aeronave.
De hecho, el documento del mantenimiento de la aeronavegabildad de las aeronaves —de la Agencia Federal de Aviación Civil— señala este protocolo como una inspección especial.
La jaula de Faraday
Y ya que estamos en eso de los rayos, ¿por qué el impacto no causa graves daños a un avión? Bueno, pues todo se lo debemos a la jaula de Faraday, un recurso desarrollado por el buen físico y químico Michael Faraday.
Esta jaula es una caja o una especie de escudo de metal que se encarga de proteger un cuerpo u objeto de los campos eléctricos estáticos —que son los campos de fuerza creados por la atracción de cargas eléctricas. Y pues el principio de la jaula de Faraday se aplica para proteger a los aviones de descargas eléctricas provocadas por una tormenta, por ejemplo.