Parecía que los conflictos y violencia no detendrían el fútbol en los Balcanes, pero no fue así. Como parte de la eliminatoria rumbo a la Euro 2016 que se disputará en Francia, Albania y Serbia se vieron las caras en un partido que nunca vio su fin.
Alrededor del minuto 41, el árbitro inglés, Martin Atkinson, decidió que el juego no podría continuar, luego de que un dron sobrevolara el estadio con una bandera de la denominada “Gran Albania”, que era un mapa con el territorio de Kosovo (antes parte de Serbia).
Dicha situación provocó que jugadores y espectadores comenzaran una ríspida batalla dentro del campo, la cual al final tuvo un héroe muy peculiar: Aleksander Kolarov, el jugador del Manchester City, quien abogó en todo momento para que no se salieran las cosas de control.
El lateral citizen de antemano sabía que había una posibilidad de que esto sucediera, al momento en que el dron irrumpió en la cancha, su cabeza no tenía otra cosa en mente que detener el problema y justo lo hizo.
Cuando los detractores saltaron al campo, de inmediato se colocó el túnel para que los futbolistas salieran a resguardarse, corrían en medio de sillazos, botellazos y demás proyectiles que caían al terreno, hasta que Kolarov se detuvo y pidió a la gente que parar:
Hubo un momento en que Kolarov se detuvo al entrar al túnel, se tomó la cara en síntoma de cansancio y hastío por la situación, ayudó a su rival y ahí terminó la historia.
¡Crack!