¿Eres de esos que cuando manejan van tirando lámina a los otros conductores?, ¿te pasas los altos?, ¿aceleras cuando encuentras algún charco para mojar a los transeúntes? Si al volante eres una amenaza para la sociedad, ten cuidado, te podría pasar lo que al protagonista de esta nota.
Zbigniew Filo es un joven de 24 años que vive en Lubczyna, Polonia. Cuando se sube a su auto, este sujeto se vuelve temerario e imprudente, todo un rebelde del asfalto. Un mal conductor al que no le importa poner en peligro su vida y la de los demás. De nada sirvió que sus vecinos le pidieran que fuera más precavido a la hora de conducir.
Y es que, uno como sea, ¿pero y las criaturas?
Pero a Zbigniew las criaturas, los señores y las viejitas poco le importaban. El quería seguir echando carreritas en las calles. No contaba con que sus vecinos no se andan por las ramas… más bien, mandan sus problemas a las ramas.
Un día, cuando el joven Filo se disponía a pasar un rato de insana diversión y adrenalina encontró a su Ford Escort encima de las ramas de un sauce. No tardó mucho en atar cabos y saber que sus vecinos estaban detrás de esto.
Confundido, el agraviado conductor reportó lo sucedido a la policía.
“Hemos recibido una llamada de un hombre diciendo que su coche estaba atrapado en un árbol, y que sus vecinos lo habían puesto ahí”, comentó Marta Pierko, portavoz de la policía.
Los vecinos y presuntos culpables se han mantenido herméticos con respecto a quién colocó el auto en la parte superior del árbol, pero admitieron que un aldeano prestó una de sus grúas móviles para colocar el vehículo en las ramas, todo bajo el amparo de la noche polaca.
Uno de los vecinos, muy mustio (igual y fue él) declaró “Quien, o lo que fuera que puso el auto ahí, probablemente hizo bien, ya que era un conductor peligroso y podría haber matado a alguien. Quizá reflexione sobre su espeluznante forma de manejar”
Al desconsolado conductor le devolvieron su auto, y avergonzado prometió cambiar su estilo de conducir. “Entendí el mensaje, aunque creo que fue un poco duro”, dijo.
Ni hablar, mejor ver tu auto arriba de un árbol como advertencia de tus vecinos quisquillosos, y no como resultado de un accidente.