Lo que necesitas saber:
Conocimos un proyecto de baño seco en casa que no gasta ni una gota de agua. Está increíble y si tienen la duda, en serio no huele a nada.
No queremos ser alarmistas, ni decir que el Día Cero está a la vuelta de la esquina; pero la realidad es que la crisis de agua en la Ciudad de México nos está obligando a conocer mejores maneras de relacionarnos con el medio ambiente.
En uno de esos aprendizajes, usamos un baño seco en casa para ahorrar agua.
Se trata de un proyecto increíble realizado por WCEco y la verdad es que se puede instalar en cualquier casa. No necesita ninguna clase de instalación hídrica, ni necesita estar al aire libre. Lo único que necesita es que le perdamos el miedo.
Además, se trata de un proyecto de economía circular que convierte nuestra caca en composta sin gastar un solo litro de agua. Bastante bien, ¿no?
Usamos un baño seco en casa para ahorrar agua
La duda que seguro tienen: neta, neta, neta, neta no huele. Créanme que venía preparado para fingir que podíamos sacrificar el olfato con tal de salvar el medio ambiente, pero en este baño seco en casa no era necesario. No olía a nada.
El proceso de usarlo es súper sencillo.
“Funciona igual que tu baño de agua”, me explica Jeinny Solis, fundadora de WCEco, que nos recibió en sus oficinas para contarnos del proyecto. “Solo que en lugar de ponerle agua, cubres todo el asunto con aserrín”.
En serio, el uso de este baño seco en casa es exactamente como lo explica.
Primero, cierras la puerta y depositas tu caca en el baño con la calma del mundo mientras lees Sopitas.com. Después, usas papel de baño orgánico. Todo lo tapas completamente con aserrín. La única regla es que no tiene que quedar nada visible.
Cuando llenas la cubeta después de muchos usos, la tapas y pones una cubeta nueva en el baño seco de tu casa. No hay pierde. En serio no huele —solo huele a madera por el aserrín.
¿Cómo está construido un baño seco de casa?
“Lo hicimos pensando en que fuera súper fácil de usar, súper fácil de limpiar y que se viera muy bonito, especialmente en un entorno urbano”, me cuenta Jeinny Solís de WCEco.
El baño seco con el que puedes ahorrar agua en tu casa está fabricado con un plástico de alta densidad que tiene una vida útil de casi 40 años. Tienen tasas de diferentes colores, blancas e incluso unas de madera —creadas por artesanos del Estado de México.
“Si vamos a usar plástico, usemos algo para que dure mucho”, se ríe Jeinny.
Cuando terminas de usar la cubeta del baño seco en tu casa, en WCEco te ayudan a que se convierta en una excelente composta. “Lo que antes era caca termina siendo tierra fértil de muy alta calidad, porque nuestra dieta es muy variada”, me explica.
La locura de contaminar el agua con caca
Una frase de nuestra visita quedará para siempre en mi mente. Jeinny no entiende el momento en que decidimos contaminar el agua con nuestros propios desechos. “Es la cosa más loca que hemos hecho como humanidad”, dice Jeinny.
“Nunca debimos haber usado el recurso más importante del planeta como banda transportadora de caca”.
Jeinny Solís, fundadora de WCEco, una organización de baño seco para casa
Los cálculos son impresionantes. Usar agua en el baño de agua convencional implica que gastemos entre 30 y 50 litros de agua todos los días. Eso son 16 mil litros de agua por persona. “Equivale a que pudieras tomar 2 litros de agua diarios por 22 años”, dice Jeinny.
Si hacemos los cálculos, en 4 años de tirar nuestra caca al agua contaminamos toda el agua que habríamos tomado en nuestra vida.
“Ese es el impacto tan grande de una acción tan simple: parece ser jalar una palanca donde tenemos la ilusión de que ahí desaparece el problema y justamente ahí es donde el problema empieza”, nos cuenta.
¿Cómo hacer tu propio baño seco en casa?
Pues, una opción es acercarte a WCEco para que conozcas su modelo de baño seco que puedes utilizar en casa. ESTA es su página de internet. También puedes echarle un ojo a algunas de las guías de la UNAM para echarle un ojo a estos desarrollos sustentables.
Tal vez el Día Cero no llegue pronto —o mejor aún, que no llegue nunca—, pero la crisis hídrica en la Ciudad de México nos obliga a conocer más opciones para cuidar el agua en nuestro entorno