El clima político en Francia amaneció peor de lo que ya estaba. Durante estos meses, las jornadas de huelgas y manifestaciones de trabajadores y estudiantes en contra de las políticas del presidente Emmanuel Macron no han parado.

Y ahora, la gota que promete derramar el vaso.

Ayer, miércoles 18 de julio, el diario Le Monde reveló que un colaborador del presidente Macron golpeo a un manifestante el pasado 1 de mayo. Ese día aproximadamente 100 personas se reunieron para protestar en la Place de la Contrescarpe, en el distrito 5 de París.

La marcha se organizó gracias a un llamado lanzado en Facebook por un comité de acción entre escuelas secundarias, mismo que luego fue transmitido por el sindicato de estudiantes de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia -UNEF- y el partido La France -LFI-.

Sin embargo, en redes sociales se difundió un video en el que podía verse a un hombre, que llevaba un caso, jalar a una mujer por el cuello, posteriormente atacar a un joven violentamente, tirarlo al suelo y golpearlo varias veces. Desde el piso, el que suponemos que era estudiante, comenzó a pedirle que se tranquilizara.

¿Y quién creen que es el agresor?

Se trata de Alexandre Benalla, de 26 años, a quien Le Monde identificó como oficial de seguridad en la campaña presidencial de Macron. Posteriormente Benalla fue reclutado en el Elíseo como un encargado de misión, así como asistente del jefe de gabinete, François-Xavier Lauch. 

Además, su nombre aparece varias veces en los “MacronLeaks”, una serie de correos electrónicos y documentos internos que fueron robados por hackers desconocidos y publicados en WikiLeaks en el verano de 2017.

Un fotógrafo de la Agencia France-Presse -AFP- y del canal Public Sénat testificó que Benalla tenía una conducta “desagradable” cuando estaba a cargo de la seguridad de Francia. “Era un personaje extremadamente desagradable, me amenazó por no querer elegir el ángulo que él quería, dijo que me iba a despedir”.

Y cayó la tormenta 

Desde que se reveló quién era el agresor, han habido numerosas repercusiones políticas y judiciales. Por lo mientras ya se abrió una investigación preliminar por violencia y usurpación de funciones reservadas para la autoridad pública. 

Por su parte, el Elíseo se enteró de los hechos y sancionó a Benalla con 15 días de suspensión, tanto de empleo como de sueldo, además de que será destinado a otras tareas administrativas. Y sí, intentaron salir a explicarlo.

El portavoz del Elíseo, Bruno Roger-Petit, aseguró que lo que hizo Benalla fue en su día libre y a título personal. Agregó que el empleado había recibido permiso de asistir, pero solo como observador. Afirmó que su suspensión se trata de “la sanción más grave aplicada a un responsable de misión del Elíseo”.  

Las reacciones en el Congreso tampoco se hicieron esperar.

Tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado, varios legisladores pidieron una respuesta al más alto nivel -incluido Macron-. Y es que hay que mencionar que cada vez más miembros del Gobierno, incluido el primer ministro, Édouard Philippe, están prometiendo colaborar para que la “justicia arroje toda la luz” sobre el caso.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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