Imaginativos como a veces suelen ser nuestros legisladores, prevén que, ahora que dejen sus respectivos cargos algunos gobernadores -específicamente los del PRI- que han sido acusados de corrupción, pudieran irse a comprar cigarros y no volver en un buen rato.
Senadores del PAN y PRD alertaron sobre lo anterior, por lo que señalaron al gobierno federal como responsable de poner los respectivos grilletes para que los gobernadores de Veracruz (Javier Duarte), Quintana Roo (Roberto Borge) y Chihuahua (César Duarte) no se den a la fuga, una vez que terminen sus respectivos mandatos.
“Sería desastroso que, terminando el mandato, estos tres gobernadores desaparecieran del territorio nacional, se fugaran y que el Gobierno federal se convirtiera en cómplice, guardando un silencio. A todos nos quedaría claro que muy probablemente incluso los hayan ayudado a salir del país”, señaló la vicecoordinadora panista, Mariana Gómez del Campo.
Por su parte, el integrante de la comisión bicameral de seguridad nacional, Alejandro Encinas, además de calificar como vergonzosa la actitud de los mencionados gobernadores priistas, aconsejó que, para que no se les escapen, los gobernadores salientes podrían ser arraigados.
“Para poder retener a una persona se requiere la apertura de un proceso, a menos que el propio Gobierno utilice uno de los recursos que ha empleado contra muchos de sus adversarios políticos, como es la figura del arraigo, es una medida preventiva”.
A las voces anteriores se sumó Angélica de la Peña, presidenta de la Comisión Derechos Humanos, quien remarcó que el gobierno federal debe tomar medidas preventivas para evitar que el trio huya, todo en función de que haya un asunto relacionado que perseguir… de ser así, obviamente se tiene que prever la aplicación de la justicia, impedida por ahora, dado el fuero con el que cuentan los querubines.
Además de los dos Duarte y Borge, también se podría añadir al “gober” de Durango, Jorge Herrera Caldera. Entre este cuarteto se debe aclarar el destino de al menos 18 mil 172.9 millones de pesos, cuya ejecución tuvo observaciones de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) en la Cuenta Pública de más reciente auditación, la de 2014.
En los cuatro casos, los gobernadores entrantes ganaron en gran medida por sus promesas de campaña de meter al tambo al “gober” saliente… especialmente en el caso de Veracruz, donde el candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, insistió que, con base en las anomalías detectadas por la ASF, se prevé denunciar a Duarte.
A ver si es cierto.