Poco a poco en México los estados y municipios han avanzado en la prohibición de las corridas de toros y todo este tipo de prácticas que implican tortura para los animales y la Ciudad de México busca sumarse a la lista.
El pasado 9 de septiembre el diputado Jorge Gaviño, del PRD, presentó ante el pleno del Congreso de la Ciudad de México una iniciativa para prohibir las corridas de todos y recientemente fue aprobada en la Comisión de Bienestar Animal, por lo que regresará al pleno para ser votada.
¿De qué va esta iniciativa para prohibir las corridas de toros?
El objetivo es reformar el numeral 1 del inciso B del artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de México. La iniciativa explica que la “fiesta brava” es un evento público en donde se tortura y se mata a un ser vivo “por el frívolo placer de que el encargado de llevar a cabo tal acto, salga en hombros por la puerta grande”.
“Entristece aún más la firmeza ciega y sorda de aquellos que enaltecen a la tauromaquia como símbolo de tradición, arte y cultura, cuando en realidad es un espectáculo en el que la agresión del hombre hacia un animal es vitoreada por una afición intoxicada de placeres mundanos que celebran la muerte más que la vida misma“, se lee en el texto presentado en el Congreso.
Se propone que el artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de México prohiba la realización de espectáculos públicos en los que los animales sean objeto de actos de maltrato y crueldad que deriven en su muerte. Además, que especifique que toda persona tiene un deber ético y obligación jurídica de respirar la vida y la integridad de los animales.
Y es que esta reforma no solo prohibe las corridas de todos, sino también todo espectáculo en donde los animales en general sean objeto de actos de maltrato y crueldad, como las novilladas, peleas de gallos, peleas de perros, etc.
Ahora solo falta que el proyecto sea aprobado por el pleno.
El proyecto y los frenos
Unas horas después de que la iniciativa fuera aprobada en comisiones topo con pared debido a la presión de personas que se dedican a los toros, por lo que antes de subir al pleno, será discutida con los afectados.
Resulta que el presidente de la Comisión de Bienestar Animal, Jesús Sesma, platicó con el presidente de la Asociación Mexicana de Tauromaquia, Pedro Haces, y decidió no mandar el texto sin antes hacer reuniones. Solo hay 45 días para hacer esas reuniones y mandar la iniciativa con sus modificaciones, si es el caso, al Pleno.
