El 17 de agosto fue declarado por la Cámara de Senadores como el Día Nacional de las Abejas en México debido a su importancia ambiental, social y económica.
Las abejas son indispensables para conservar la biodiversidad y son una parte fundamental del mantenimiento ecológico en todo el mundo. Estos animales son capaces de generar cera, propóleos y miel en sus panales, productos que son utilizados en diversos productos.
Hay numerosos estudios sobre las abejas y su importancia, así como de su capacidad cognitiva y de organización del panal. En este contexto ¿sabías que las abejas son capaces de sumar y restar?
Abejas matemáticas
En marzo de 2021 investigadores del Departamento de Fisiología de Monash University, en Australia, publicaron un estudio en la revista Science Advanced sobre la cognición numérica en las abejas que les permite sumar y restar. Pero no estamos hablando de una academia de matemáticas de abejas o abejas resolviendo ecuaciones, sino de un entendimiento de los números a nivel básico para la realización de tareas esenciales como buscar comida o recolectar recursos.
Ya antes se estudió que las abejas pueden aprender una serie de reglas y conceptos para resolver problemas como “izquierda/derecha”, “arriba/abajo” o “más grande/más pequeño”.
Para demostrar la capacidad de aprender los conceptos de suma y resta, los investigadores aplicaron un experimento.
El trabajo se realizó con abejas silvestres, llamadas de vuelo libre y con comederos cercanos al lugar del experimento para que se acercaran a menudo.
Las abejas que participaron en el experimento fueron 14, mismas que fueron entrenadas para identificar el azul y amarillo como representación simbólica de la suma y resta, azul para la suma y amarillo para la resta.
A grandes rasgos las abejas entraban en un laberinto en forma de Y, en la entrada había una placa con figuras geométricas como cuadrados o círculo que las estimulaban. Si iban a sumar se usaba la placa azul que se colocaba en la entrada del laberinto junto con un orificio para entrar a la cámara que representaba la decisión.
La placa tenía entonces dos figuras.
Dentro de la cámara había dos cámaras, cada una con una placa similar al de la entrada solo que en una había una figura y en la otra tres. Como el asunto consistía en sumar un punto al conjunto de la placa de entrada, la respuesta correcta era elegir la placa con tres figuras.
Si la abeja en cuestión elegía esa, obtendría una gota de solución azucarada. Si elegía la equivocada, la gota era de quinina, un sabor bastante horrible.
Lo mismo con la resta. En la entrada había una placa amarilla con tres figuras y dentro de la cámara había una placa con dos figuras y otra con tres.
Este ejercicio se repitió 100 veces y los aciertos fueron más del 800%. Además se aplicó la misma prueba pero sin premio ni castigo, solo con gotas de agua. Con ello se demostró que las abejas pudieron aplicar lo aprendido en las distintas fases del experimento.
Lo mismo ocurrió en el ser humano, solo que nosotros usamos el símbolo + para la suma y el – para la resta.