Es fin de semana y claramente se nos antojan unas cubas. Ir por los refrescos, el pomo y los hielos es primordial para comenzar la fiesta pero qué pasa a la hora de que esos gloriosos cubos comienzan a escasear… hay que poner a congelar otros y esperar horas o tomar los chupes al tiempo.

Bendito sea que el científico Mark Miodownik, reveló hace unos días un experimento parecido a lo que hacía cositas en la televisión pero con un grado de complejidad más alto: cómo congelar agua en tan sólo unos segundos para que la fiesta no pare.

Pero como todo, necesitamos una serie de materiales que serán indispensables:

  1. Dos botellas de 1 litro de agua
  2. Un termómetro (opcional)
  3. Un tazón transparente para mezclar
  4. Dos cubetas
  5. 8 kilos de cubitos de hielo
  6. 3 kilos de sal de mesa
  7. 1 toalla

Ya con esto, manos a la obra. Lo primero que tenemos que hacer es meter la botella en la cubeta, posteriormente verter 3 kilos de hielo y uno y medio de sal en la cubeta, para después llenarla de agua hasta que llegue a la tapa.

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Lo siguiente es dejar enfriar el agua de la botella unos 30 o 40 minutos hasta que llegue a los -7 grados centígrados. Cuando esto suceda saca la botella con mucho cuidado de no golpearla con nada o apretarla mucho.

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Posteriormente en el recipiente transparente ponga el hielo que le sobra y destape la botella con mucho cuidado.

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Lentamente comiencen a echar el agua y esta hará su trabajo como por arte de magia. De hecho si no tienen cuidado esta puede convertirse en hielo en la botella.

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Cuando el agua y el hielo se mezclan, algunas moléculas de hielo se funden y otras se congelan. Una vez la temperatura alcanza los 0ºC, los dos procesos se equilibran en lo que se conoce como equilibrio dinámico.

Sin embargo, la sal altera este equilibrio. Esto sucede porque la sal se disuelve en el agua pero no puede interactuar con el hielo. Las moléculas de sal empiezan a sustituir a las moléculas de agua de modo que hay menos moléculas de agua congelándose en comparación con la cantidad de moléculas de hielo fundiéndose.

El agua se enfría así a una temperatura inferior a los 0ºC, así que más moléculas se congelan para lograr de nuevo un equilibrio. Cuanta más sal añadimos, más fría se vuelve el agua con hielo.

Y así en cuestión de minutos podemos tener hielo para que la fiesta nunca termine.

***Vía BBC

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