Algunos quizá no lo recuerden, pero hace algunos años en esta discoteca-bar sucedió una tragedia que puso en evidencia la torpeza y abuso de las autoridades, así como su insensibilidad ante el dolor de familiares. El hecho, que en su momento provocó la renuncia de funcionarios –uno de ellos, el ahora director del Metro, Joel Ortega- y disculpas del entonces jefe capitalino, Marcelo Ebrard, hoy consigue esto: un memorial.
De acuerdo a información de la Dirección General de Proyectos Especiales de la Secretaría de Obras y Servicios del DF, comenzarán los trabajos para que las instalaciones de la tristemente célebre descoteca-bar “New’s Divine” sean convertidas en un “memorial”, que además será un centro de actividades culturales para los jóvenes.
El monto de tal empresa, que llevará el nombre de “Memorial New´s Divine. Nunca más”, se fijó en por lo menos 12 millones de pesos –en su primera etapa- ya que se visualiza su completa transformación para que el lugar albergue tecnologías de la información, jardines y áreas para la proyección de documentales, talleres de arte y espacios de lectura.
Aun así, se planea utilizar elementos de la obra original, tales como la fachada y murales-graffiti. El diseño del centro estará a cargo de un comité integrado por familiares de las víctimas, secretaría de obras, el Injuve y la comisión de Derechos Humanos local.
Hace casi seis años un operativo realizado por el Mando Único Policial del DF (Unipol) ocasionó la muerte de 12 personas -algunas de ellas policías- en la discoteca-bar ubicado en la delegación Gustavo A. Madero; al llegar al lugar para verificar la supuesta venta de alcohol a menores y notar que los jóvenes pretendían escapar, las autoridades bloquearon las pocas salidas de las instalaciones.
Lo anterior provocó que los cientos de personas que se encontraban al interior del establecimiento, se amontonaran en la salida –de aproximadamente 1.20 metros de ancho- y ocasionara la muerte por aplastamiento y asfixia de una docena de personas, en tanto que otras más resultaran heridas, algunas con daños irreversibles.
Los jóvenes que fueron detenidos, acusaron que en el ministerio público fueron insultados y agredidos, no recibieron asesoría legal, además de que varias mujeres fueron desnudadas bajo pretexto de realizarles exámenes médicos.
El incidente ocurrió en junio de 2008 cuando el hoy jefe capitalino, Miguel Ángel Mancera, era Procurador y el ahora director del Metro, Joel Ortega, era secretario de Seguridad Pública del DF. No se tuvo la atención necesaria para que los familiares de las victimas obtuvieran justicia por lo ocurrido: sólo dos implicados recibieron sentencias menores, pero ningún funcionario tuvo algún tipo de castigo, con todo y que hubo responsabilidad de dependencias por la realización de un operativo fallido.
Pero se construirá un “memorial”… mismo que lleva planeándose años por recomendación de la Comisión de Derechos Humanos.