SI últimamente han notado la ausencia de la chaviza en las calles capitalinas no es porque se la pasen en casa estudiando, ni mucho menos en las aulas de clase… sino porque están llenando cuanto cibercafé en la ciudad existe. Según el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal (Infodf), en el DF existe un boom de cibercafés, los cuales se han convertido en los nuevos centros de reunión de la juventud, ya que ahí con sólo cinco pesitos por hora tienen la facilidad de conversar, jugar, leer sopitas.com y demás actividades virtualmente recreativas.
Lo anterior no es que sea malo, aunque si es de llamar la atención la serie de situaciones que la proliferación de cibercafés presenta: primero, el que en esos lugares los jóvenes pasen más tiempo que en las propias aulas de clase: “hoy tenemos a muchos niños, a muchos jóvenes que salen de la escuela o de su casa y se van al café Internet; donde se ve a chavos de 9, 10 u 11 años que pasan ahí muchas horas (…) y, claro, no hay mecanismos de protección para ellos frente a páginas con contenidos pornográfico, sexual o de violencia”, señaló Mucio Israel Hernández, comisionado ciudadano del Infodf.
Además resaltó que la expansión de cibercafés se da principalmente en demarcaciones donde hay más población adolescente, por ejemplo: Cuauhtémoc, Azcapotzalco y Venustiano Carranza, donde incluso se llega a tener cuatro establecimientos de este tipo en una sola calle. Esto no es de extrañar, tomando en consideración que según el Inegi 65% de los capitalinos tiene acceso a internet, por lo que el resto de la población que no cuenta con ese servicio acude principalmente a cibercafés.
Hernández también externó su preocupación por el hecho de que las cosas ya no son como en sus tiempos: ya los niños no salen a las calles a practicar algún deporte, en lugar de eso “se ponen su casco y micrófono y pelean (en los juegos virtuales) contra otras personas”… esa tendencia parece imposible de revertir, pero sería bueno equilibrar los tiempos de acción física y acción virtual. Además, concluyó haciendo hincapié en la necesidad de atender y proteger esos espacios, los cuales son los nuevos lugares de sociabilización de los niños y jóvenes.