La Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos recauda cada día por lo menos 5 mil millones de registros de ubicación de cientos de millones de celulares en el mundo, lo cual le permite detectar redes internacionales de usuarios mediante un programa de espionaje muchos más grande que los revelados antes por las filtraciones de Snowden.
The Washington Post publicó el día de hoy uno de los programas de espionaje más masivos de los que se haya tenido noticia hasta ahora, y es que los registros de este programa se alimentan de una amplia base de datos que almacena información sobre la ubicación de por lo menos cientos de millones de dispositivos. Así lo han revelado las últimas filtraciones de Edward Snowden.
Un funcionario de la misma NSA afirmó que el organismo estadounidense recibe grandes volúmenes de datos de localización de todo el mundo, entre los que están dentro de esta recolección de datos está también incluidos los estadounidenses que viajan al extranjero.
Lo analistas pueden encontrar teléfonos móviles en cualquier parte del mundo, volver sobre sus movimientos y exponer las relaciones ocultas entre las personas que los utilizan.
Funcionarios de la NSA afirmaron que el programa es perfectamente legal y que lo único que hacen es analizar los datos de localización y están estrictamente destinados a desarrollar la inteligencia sobre los objetivos extranjeros.
Según el Post, la NSA no sospecha de la gran mayoría de los usuarios de celulares, sino que obtiene datos en grueso y con sus herramientas de análisis, pueden buscar socios desconocidos de objetivos de inteligencia al rastrear la intersección del movimiento de personas.
Solamente con estos datos de localización (y sin saber el contenido de las llamadas) la NSA puede aplicar estrategias matemáticas que le permiten mapear relaciones entre usuarios de celulares al hacer correlaciones sobre sus movimientos durante periodos de tiempo con miles o millones de otros usuarios con que se cruzan.
Al parecer, los celulares transmiten de manera constante sus ubicaciones, aun cuando no están siendo utilizados para llamar o se estén mandado textos.
Y aunque busque maneras de codificar sus comunicaciones por celular para no ser intervenidas, no se puede hacer lo mismo con la ubicación (a menos que uno se desconecte de la vida y no use celular).
Esta filtración se suma a todas las que van en este año y que han alimentado el debate que se gesta en el interior de los Estados Unidos respecto de los programas de vigilancia y espionaje. Obama, por ejemplo, ha anunciado que llevará a cabo una amplia evaluación de los programas para lograr un perfecto «equilibrio» entre las libertades civiles y la seguridad.
Por otro lado, según La Jornada, no todo es flexibilidad y felicidad perpetua, ya que el director de The Guardian, Alan Rusbridger, fue interrogado hace unos días ante el Parlamento, ahí se conoció que las autoridades británicas están evaluando si presentan cargos contra él y su periódico.
Ante las amenazas y medidas que han tomado tanto Gran Bretaña y Estados Unidos , el relator especial sobre contraterrorismo y derechos humanos de la ONU, Ben Emmerson, anunció esta semana que está lanzando una investigación sobre los programas de espionaje de la NSA y su contraparte británica la GCHQ que culminará en recomendaciones a la Asamblea General de la organización.