El pasado 14 de octubre de 2016, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional emitió un comunicado, titulado “”Que retiemble en sus centros la tierra“, donde dejaba en claro sus intenciones por contender en el proceso electoral de 2018. Con la consigna “es momento de atacar, de pasar a la ofensiva”, el movimiento social anunció que realizarían una consulta en sus pueblos y comunidades para elegir a una mujer que los representara —como candidata independiente— en los comicios.
La organización se reunió con el Congreso Nacional Indígena el pasado domingo 1 de enero en Oventic, Chiapas, donde acordaron la conformación de un Consejo Indígena de Gobierno, como representante de todos los pueblos y tribus de México, ante “la grave crisis que atraviesa el país“. En la cita, ambos movimientos indicaron que el 27 y 28 de mayo el proyecto de consejo se concretará, además de que se determinará y compartirá el nombre de la mujer indígena que contendrá por la Presidencia de la República.
¿A qué se debe la demora del nombramiento de la candidata independiente?
Los líderes de las organizaciones aseguran que la tardanza para nominar a su aspirante presidencial radica en que no ha sido posible realizar la consulta en algunas comunidades debido a la inseguridad y conflictos relacionados con el narcotráfico. Desde octubre, fecha en que se anunció el proyecto del EZLN rumbo a 2018, y hasta diciembre, el movimiento social ha logrado consultar a 43 pueblos originarios de 523 comunidades alrededor de 25 entidades del país, indican sus voceros.
¿Hasta ahora cuál ha sido el resultado de estas reuniones?
Las comunidades han determinado dar marcha atrás a tópicos “que dividen a los pueblos indígenas”: sacar de sus territorios a los partidos políticos, así como los programas gubernamentales asistencialistas. En su comunicado original, el EZLN señaló que su lucha no era por detentar el poder, sino para detener “la destrucción y el despojo” del que han sido víctimas los pueblos indígenas.
